26 septiembre, 2007

Un suizo, primer gobernador socialista de Argentina


Hermes Binner acaba de ser elegido gobernador de Santa Fe, provincia de inmigrantes que podría convertirse en su trampolín a la presidencia argentina en 2011. (Swissinfo)

Con una trayectoria impecable, este descendiente de valesanos dibujó por primera vez un 'punto rojo' en el mapa electoral del país sudamericano.
Corría el año 2005 cuando swissinfo entrevistó al entonces candidato a diputado nacional y ex intendente (jefe del Ejecutivo municipal) de Rosario, Hermes Binner.
Se decía entonces que este político opositor, socialista austero, de perfil bajo y raíces valesanas era capaz de hacer temblar al gobierno frente a las proyecciones que analistas y consultores hacían sobre su posible candidatura a presidente en 2007.
Respecto a esta especulación, Binner declaraba entonces a swissinfo: "No pienso en lo que va a venir. Me concentro en lo que estoy haciendo ahora para hacerlo lo mejor posible. Lo mío es ir paso a paso".
Y ese 'ir paso a paso', que parecía una frase hecha, resultó ser el secreto de su éxito.
No se presentó como candidato a la presidencia en 2007, pero sí decidió competir por segunda vez (la primera vez fue en 2003 y perdió) por la gobernación de la Provincia de Santa Fe, y desafiando al aparato oficialista –que desplegó toda su artillería para preservar el liderazgo peronista en una de las provincias más importantes de la Argentina- fue a las urnas descansando en su trayectoria y sus propuestas, y obtuvo un triunfo histórico.
El 2 de septiembre, Hermes Binner se impuso por diez puntos al candidato oficialista, el ex canciller Rafael Bielsa; le arrebató al justicialismo su trono en Santa Fe tras 24 años de gestión; y se convirtió en el primer gobernador socialista de la historia de la República Argentina.

Se hace camino al andar

Médico de profesión y político de alma, Binner nació el 5 de junio de 1943 en Rafaela (provincia de Santa Fe), ciudad fundada en 1881 por colonos piamonteses, suizos, franceses y alemanes.
Apodado 'el Suizo' por el origen de su familia y sus rasgos físicos, hace honor a su filiación helvética también en su personalidad: de pocas palabras, el flamante gobernador es calificado en los ámbitos políticos y periodísticos como reservado, austero, formal, excesivamente simple, prolijo y frontal.
Todas estas características contribuyeron a la construcción de su carrera política: desde muy joven desempeñó diferentes funciones, pero siempre en las filas socialistas.
En 1970 se recibió de médico y se especializó en anestesiología y medicina del trabajo. Dos años después fundó el Partido Socialista Popular (PSP) junto con su maestro y mentor, el dirigente Guillermo Estévez Boero, y desde esa fecha supo aunar sus dos pasiones: dirigió hospitales públicos; fue secretario de Salud Pública de la ciudad de Rosario entre 1989 y 1993; fue elegido concejal por el PSP en 1993; en 1995 ganó la intendencia de Rosario y renovó mandato en 1999; en 2005 fue electo diputado nacional y ahora, en 2007, ganó la gobernación de la provincia de Santa Fe.

Santa Fe, cuna de líderes con proyección nacional

Los suizos que llegaron a mediados del siglo XIX a Santa Fe seguramente no imaginaron que algún día sus descendientes serían los dirigentes de la provincia que los acogió como inmigrantes.
Carlos Reutemann y Hermes Binner, además de reconocidas figuras de la política argentina, son la muestra más acabada del aporte que la inmigración helvética legó al país sudamericano.
El primero –ex gobernador de Santa Fe y actualmente senador nacional por el oficialismo– debe sus raíces suizas a su bisabuelo Jakob Reutemann, patriarca de la colonia de San Carlos y oriundo de Guntalingen (cantón Zúrich). El electo gobernador socialista es nieto de Juan José Hermes Binner y de Juana Eberhardt, suizos de Raron (cantón Valais).
Tras la crisis de 2001-2002 cuando la Argentina confiaba encontrar un candidato presidencial capaz de afrontar la tormenta que todavía sacudía al país, el mandatario interino Eduardo Duhalde, así como muchas figuras nacionales que buscaban el consenso para salir de la encrucijada, ofrecieron sin éxito al ex piloto de Fórmula 1 ser el presidenciable para las elecciones de 2003.
Entonces Reutemann no sólo ganaba simpatías en varios frentes, sino que era el único gobernador que se había reunido a solas con el representante del Fondo Monetario Internacional (FMI), el indio Anoop Singh, en momentos en que el país bregaba por ayuda internacional.
Ahora, tras el histórico triunfo de Binner, los analistas no ahorran proyecciones mirando al año 2011.
Para el politólogo Julio Burdman, director de la carrera de Relaciones Internacionales de la Universidad de Belgrano (Buenos Aires), el próximo año comenzará la renovación política de la Argentina:
"A partir de 2008, además de Cristina Kirchner (a la que los sondeos dan como vencedora de los comicios del 28 de octubre), si gana las elecciones, habrá cuatro nuevos protagonistas: los gobernadores de la Capital, Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe. Es decir, Hermes Binner es uno de ellos", sentencia.

La estrategia del 'paso a paso'

Binner abraza la cultura del inmigrante, del trabajo prolijo y del socialismo.
"¿Qué significa ser socialista? No olvidar los ideales de solidaridad y justicia social, pero fundamentalmente creer en la Nación para poder construir ciudadanía", asegura el gobernador.
Nuevamente tiembla la oposición y otra vez se habla de 'Binner presidente' para 2011. Quizás sea hora de tomar seriamente su fórmula del 'paso a paso', ya que el más moderado de los políticos argentinos acaba de alcanzar uno de los últimos tramos en el camino que conduce a la Casa Rosada.

swissinfo, Norma Domínguez, Buenos Aires

16 septiembre, 2007

Rafaela tendrá participación en el próximo Gabinete provincial


Así lo confirmó el propio Hermes Binner, quien aseguró no habrá sorpresas en la designación de los funcionarios que lo acompañarán en su mandato. "Los nombres están entre las 1.840 personas que participaron de la campaña", señaló. Y agregó: "es probable que Rafaela tenga participación especial en el Ministerio de la Producción". Además, Binner habló sobre educación, seguridad, acueductos y sobre su relación con el intendente Perotti. (La Opinión - Rafaela)

(Rosario - Enviados especiales). - Como dirá el entrevistado en un tramo de la nota que se inicia, "estos son tiempos donde gobiernan los que se van". Pero agregamos: el verdadero interés, está en los que vienen.
LA OPINION se trasladó hasta la ciudad de Rosario para entrevistarse con el rafaelino más requerido por estos días en la Provincia y, por qué no en el país.
La cita fue programada en la sede del Centro de Estudios Municipales y Provinciales (CEMUPRO), ubicada en pleno centro de la ciudad. A diferencia de lo que sucede en otros casos, el entrevistado se presenta de manera puntual al horario pactado. Ni un minuto más, ni un minuto menos.
El Gobernador electo de Santa Fe, Hermes Binner, entra acompañado por dos de sus asesores y saluda cordialmente a la comitiva rafaelina. Y sin perder más tiempo (en una hora lo esperan en un programa de tv local) se prenden los grabadores y comienza a hablar.
El futuro gobernador es una persona que se expresa de manera pausada, y sus conceptos no se definen con pocas palabras. Por el contrario, contextualiza sus ideas mediante el relato de experiencias adquiridas en sus años de gestión, o con la cita de algún especialista en la materia.
Pero, a pesar de su apretada agenda, se muestra predispuesto al diálogo y abierto a hablar de cualquier tema. Aunque, en algunos, se explaya más que en otros.
Hay lugar para el distendimiento. Y accede a hablar de temas que son ajenos a la política. Por ejemplo, el fútbol. "Yo soy de Atlético Rafaela", nos cuenta. Y con ello, evita opinar del clásico rosarino que se disputará en la tarde de hoy.
Estos son los últimos meses de Binner en Rosario. A partir del 10 de diciembre, la ciudad de Santa Fe será su nuevo lugar de residencia.
Allí, acaba de adquirir un departamento en el Barrio Siete Jefes, para el cual tuvo que recurrir a un crédito bancario. ("las cuotas me van a dar más de un dolor de cabeza", comentó).
La charla se desarrolla con varios interrogantes sobre nombres, anuncios, y proyectos. Con la mesura que lo caracteriza, Binner responde a ellas reafirmando y repitiendo las mismas palabras que pronunciara durante la campaña. Este parece ser su principal desafío: cumplir lo prometido.

El programa de Gobierno

"Hemos avanzado en un programa de gobierno del cual estamos muy contentos, porque nos permite encontrar un hilo conductor en todos las aspectos que tienen que ver la gobernabilidad de Santa Fe. No es un programa centralizado en quien va a levantar la gasa que se cayó en el quirófano del Hospital Jaime Ferré. Pero contiene los grandes lineamientos que tienen que ver con la educación, con la salud, con la vivienda, con la producción de empleo, con la seguridad", introduce el socialista.
El hilo conductor al que Binner se refiere sin dudas es la "descentralización", un concepto básico para entender la próxima gestión de gobierno.
Al respecto, Binner es claro: "debemos descentralizar la Provincia y darle capacidad de gobernar a las autoridades locales y sus instituciones, a partir de nuevas políticas de participación".
En este sentido, el rafaelino recuerda lo que considera una "buena experiencia" en la ciudad de Rosario. Y formula: "los procesos productivos, los procesos sociales, las vías de comunicación, deben ser pensados a través de regiones donde, reforma constitucional de por medio, se logre una mayor autonomía de los Municipios y de las propias regiones".
De todas maneras, aclaró: "esto no significa abandonar a su suerte a cada una de las regiones, sino avanzar en políticas de integración.
Porque la descentralización sin políticas de centralización se convierte en una anarquía".
"Nos interesa pensar la gobernanza a través de esta concepción, donde la participación tiene mucho que ver en la definición de los progresos sociales y económicos de la Provincia", concluyó.

El nuevo Gabinete

Para que un programa pueda ser ejecutado, se necesita de un equipo de trabajo. Funcionarios de un Gabinete que respondan a las premisas que señale el Gobernador. Y a esto, Binner ya lo ha sabido entender.
Pero, antes de hablar de sus nombres, el ex intendente de Rosario criticó los que, recién ahora, se están dando a conocer. Son los cuestionados nombramientos de Obeid.
"Estamos transitando un tiempo donde están gobernando los que se van.
Legalmente, hasta el 10 de diciembre, tienen todo el derecho de hacerlo. Pero, éticamente, se están haciendo un montón de nombramientos que no corresponden. Y nos referimos a nombramientos que pueden esperar, que no tienen apuros", puntualizó.
Más allá de esto, y en cuanto a los funcionarios que lo estarán acompañando, reconoció que "es algo que ya está delineado", y que cuando llegue el momento se darán a conocer.
"No habrá ninguna sorpresa. Los nombres están entre las 1.840 personas que participaron de la campaña. Queremos gente que conozca lo que hay que hacer y que conozca la Provincia", manifestó Binner.

¿Estará compuesto por algún rafaelino?
"De Rafaela vamos a tener gente que va a estar participando. Una participación que, a decir verdad, ya la están teniendo. De hecho, se han elaborado cuadros técnicos en la ciudad que son muy interesantes.
¿En qué lugar del Gabinete se presentará esa participación?
Todavía lo estamos resolviendo. Pero es probable que Rafaela tenga, por sus características, una participación especial en el Ministerio de la Producción.

¿Habrá cambios en la estructura de Gobierno?
Lo que nosotros queremos hacer es simplificar el organigrama de Gobierno. Por ejemplo. Asuntos Hídricos, está en cuatro Ministerios.
Nuestra idea es concentrar esto, que haya una autoridad del agua, para poder abordar integralmente el tema. Lo mismo sucede con Salud, Educación. Hay que simplificar toda esta maraña, en un organigrama más moderno.

¿Cómo será ese organigrama?
Se trata de un organigrama en trama, o en red, que permite tener doble ingreso: el vertical y el horizontal. Esto nosotros lo aprendimos en Módena y lo aplicamos en el Municipio de Rosario con buenos resultados.
De lo contrario, seguimos con la famosa "cadena raviol", donde en varias puntas se sobreponen aspectos de un mismo proceso.

¿Se hará un ahorro del costo político?
Esto no significa "golpearle los callos" a nadie. Sino que trabajen juntos aquellos que tienen objetivos comunes.

¿Cuál será el lugar que ocupará nuestra ciudad en el proceso de regionalización?
Seguramente Rafaela sería el centro de integración de toda la región noroeste de la provincia de Santa Fe.

Como Gobernador electo, ¿cuál sería su mensaje para los santafesinos?
Les diría que nuestro compromiso es seguir adelante con todo lo que prometimos. Yo le pido a la gente que no tire el programa que repartimos durante la campaña. Que lo guarden. Y que cuando finalice mi gestión, dentro de cuatro años, me pidan rendición de cuentas si no cumplo.

Roberto J. Actis
Mauro Gentinetti

12 septiembre, 2007

Binner estuvo en la Casa Rosada y elogió a Kirchner


En buena sintonía con el gobierno de Néstor Kirchner. Así se mostró el gobernador electo de Santa Fe, el socialista Hermes Binner, en su primer encuentro con el Presidente tras su arrollador triunfo en las elecciones provinciales de hace diez días. (La Nación)

Hubo más gestos de acercamiento que de desencuentro, ayer, en el despacho presidencial en la Casa Rosada. Kirchner lo llevó antes de la reunión a un acto en el Salón Blanco, por el Día del Maestro, y Binner le dedicó elogios apelando, eso sí, a su ya clásico moderado equilibrio.

El mandatario electo dio una conferencia de prensa en la que explicó con poco detalle el único tema que, según dijo, había tratado con el Presidente: un pedido para que las obras comprometidas por la Nación en la provincia se concreten, con el respectivo envío de los recursos para llevarlas a cabo.

Binner detalló obras "viales, cloacas, de infraestructura, escuelas y hospitales", algunas de las cuales ya están en marcha.

Fue ameno con el Presidente cuando lo elogió por la reforma que impulsó al llegar al poder para la selección de los jueces de la Corte Suprema.

La mención no fue aleatoria. Binner está hoy enfrentado con el gobernador actual, Jorge Obeid, a quien ayer acusó de falta de "ética" por intentar nombrar antes de irse a dos integrantes del Poder Judicial.

"La ética del gobernador pasa por el diálogo con las autoridades electas", descargó contra Obeid, aliado de Kirchner, que llevó como candidato en las elecciones de hace dos domingos al ex canciller Rafael Bielsa.

Según Binner, Obeid apuró el envío de los pliegos para la designación del abogado penalista Daniel Erbetta como miembro de la Corte provincial, y a Agustín Bassó para el cargo de procurador general.

Binner destacó como "una de las acciones más significativas" de la gestión de Kirchner la reforma sobre la selección de los jueces.

A la mesa de reunión el gobierno nacional sentó al jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y a su segundo, el socialista Jorge Rivas, que además integra la lista de candidatos a diputados nacionales por el kirchnerismo por Buenos Aires. El dato no es menor: el socialismo competirá divido en las próximas elecciones presidenciales con el senador Rubén Guistiniani como compañero de fórmula de Elisa Carrió. Binner, en el medio, evita inclinar la balanza y apuesta a mantener una relación cordial con la Casa Rosada.

"Estamos preocupados por Santa Fe", dijo como para esquivar la pregunta sobre a quién apoyará en los próximos comicios. "Vivimos una situación compleja en todos los partidos. Tenemos que tener una mirada más abarcativa", consideró, con lo que pareció un guiño a la concertación impulsada por Kirchner.

Sin definiciones políticas

Tanto en el Gobierno como el propio Binner saben que deberán mantener una buena relación. El Presidente lo llamó el mismo domingo de las elecciones para felicitarlo por el triunfo, algo que todavía no hizo Bielsa, y Binner elogió "el buen diálogo" que desde su gestión como intendente de Rosario mantuvo con el gobierno nacional. "Nunca hemos tenido ninguna traba, al contrario", insistió el socialista.

Binner fue ayer el único vocero del encuentro. Después de subir y bajar dos veces las escaleras de la Casa Rosada ante la indefinición del Gobierno para ceder la sala de conferencias, contó que la reunión había sido "amable, agradable y extensa". Duró, de hecho, una hora.

Por Mariana Verón
De la Redacción de LA NACION

"Un encuentro propositivo"


Durante algo más de una hora Binner y Tessio charlaron con el Presidente. Kirchner prometió diálogo institucional y se comprometió a construir escuelas en toda la provincia. (Rosario/12)

Diez días después de haber ganado las elecciones en Santa Fe, el gobernador electo Hermes Binner se reunió ayer en la Casa Rosada con el presidente Néstor Kirchner. Pese a lo anunciado, en la charla con el jefe de Estado, Binner no le pidió que interceda ante Jorge Obeid por las designaciones que hizo el gobernador saliente para cubrir las vacantes de la Corte Suprema de Justicia, sin utilizar un decreto autolimitante de atribuciones como hizo el propio Kirchner. "El Presidente reiteró las felicitaciones por la victoria y nos dijo que no dudemos en llamarlo ante cada necesidad, que las puertas de su Gobierno estaban abiertas. La verdad, se abre un panorama muy alentador para Santa Fe", confió Binner a Rosario/12 al término del cónclave. Binner se trajo a la provincia el compromiso de la Nación para financiar la construcción de escuelas a lo largo del territorio santafesino, para así cumplir la principal promesa de campaña del Frente Progresista Cívico y Social.

Binner llegó a Balcarce 50 junto a la vicegobernadora electa, Griselda Tessio. El encuentro con el Presidente estaba pautado para las 19 pero se retrasó media hora por un acto en homenaje a los maestros en su día realizado en el Salón Blanco. La fórmula del Frente Progresista fue asistió al acto y después ingresó al despacho presidencial.

"La verdad, fue una reunión muy amable, muy extensa, muy agradable en cuanto a las temática que se tocaron vinculadas a una Argentina que está saliendo adelante y que necesita de la construcción de todos los argentinos. Nosotros traemos nuestro propio compromiso, de hacer de Santa Fe una provincia más productiva que necesita mejorar la calidad de vida de sus habitantes", dijo Binner a modo de resumen al término del encuentro.

Consultado sobre alguno de los temas planteados en la charla, el gobernador electo destacó la necesidad de avanzar en obras que garanticen "saneamiento ambiental, agua potable, cloacas, viviendas, escuelas y hospitales. Temas que fueron incorporados a la agenda de Santa Fe y que comparte el presidente Kirchner".

Más adelante el dirigente socialista confirmó que no planteó al jefe de Estado el conflicto desatado con la administración Obeid por los pliegos judiciales remitidos a la Legislatura. "No hablamos de ese tema", agregó al respecto el ex intendente de Rosario.

Binner reiteró que no participará de la campaña presidencial, pese a que el titular del PS, Rubén Giustiniani acompaña a Elisa Carrió en la fórmula de la Coalición Cívica. "Estamos totalmente preocupados por Santa Fe y vamos a destinar todo nuestro esfuerzo para garantizar desde el primer día de gobierno el logro del programa que elaboramos", sostuvo.

En diálogo con Rosario/12 destacó que la reunión "fue propositiva. El Presidente ratificó su voluntad de dialogar y construir como lo hace con la municipalidad de Rosario pese a estar gobernada por otro signo político. Además nos planteó su compromiso de construir escuelas en la provincia con financiamiento internacional. Se abre un panorama muy alentador para Santa Fe", remató el electo gobernador.

09 septiembre, 2007

Moderado aún en su hora histórica


Se trepó al escenario vestido de impecable traje gris. Apenas una media sonrisa. Como si otras fueran las circunstancias y otro el protagonista de aquella página en la historia. (La Nación - Sup. Enfoques)

Por Laura Serra
De la Redacción de LA NACION

Se trepó al escenario vestido de impecable traje gris. Apenas una media sonrisa. Como si otras fueran las circunstancias y otro el protagonista de aquella página en la historia. Abajo, en el salón, los cuerpos sudados por la emoción y el festejo lo recibieron con una ovación, pero ni el entusiasmo ni los cánticos lograron desbordarlo. Hermes Binner sorprendió a su gente con un saludo atípico: el retrato en alto del dirigente socialista Guillermo Estévez Boero, su mentor en la política.

Aunque duró unos pocos minutos, la escena pinta al personaje en cuerpo entero. Binner es un hombre que hace gala de la prolijidad y que rara vez deja traslucir sus emociones, aun en aquel domingo en el que quedó consagrado para la historia como el primer gobernador socialista de la Argentina. La hazaña de desterrar al justicialismo después de 24 años consecutivos de poder en Santa Fe podría haber descontrolado a cualquiera, salvo a este socialista de cuerpo y alma que hace de la moderación un estilo de hacer política.

Su tributo al fallecido dirigente santafecino Estévez Boero a la hora de los festejos refleja su profunda pertenencia al centenario partido que lideraron Alfredo Palacios y Alicia Moreau de Justo. Binner abrazó su vocación por la política desde muy joven; tras su paso por el Colegio San José, de los Hermanos Maristas, fue al Colegio Nacional de su ciudad natal, Rafaela, donde formó parte del centro de estudiantes en pleno gobierno de Arturo Frondizi. Desde ese lugar protagonizó enardecidos debates por la educación laica y pública.

Aquellos días de juventud aún despiertan nostalgia en este hombre de 64 años, hincha de Atlético Rafaela, que elige los veraneos en Villa Gesell y disfruta de la ceremonia del asado, del mate y de la música clásica. Apodado por algunos "el Suizo" en alusión al origen de su familia, Binner lleva la filiación helvética no sólo en sus rasgos físicos, sino también en su estilo cuidado, reservado y apegado a las formas.

"Hermes es un hombre tranquilo, mesurado, de una simpleza que a veces asombra. Pero cuando debe serlo, también es frontal. Lo que uno ve en Binner es lo que realmente es; no le gusta ofrecer una imagen distinta", describe un dirigente socialista que lo conoce desde hace 30 años.

Claro que, para sus detractores, Binner llegó adonde llegó por ser dueño de un estilo ambiguo un tanto exasperante y poco afecto a las definiciones tajantes, lo que le permitió zigzaguear situaciones incómodas. Por caso, critica -siempre con moderación- la gestión de Néstor Kirchner, pero acalló las silbatinas en su contra, que estallaron en el búnker el día en que resultó electo gobernador. Ratifica que su partido apoyará la candidatura presidencial de Elisa Carrió, pero de ninguna manera él se mostrará junto a ella, a quien respeta como persona pero de quien desconfía como política.

Casado por segunda vez y padre de cinco hijos -el menor de todos, Emilio, de nueve años y rubio como él, lo acompaña a todos lados-, Binner siempre se mantuvo fronteras adentro de su provincia durante su trayectoria profesional y política, un aspecto que el santafecino valoró en el voto. Tras su paso por el Colegio Nacional, en 1961 comenzó su carrera de medicina en la Universidad Nacional de Rosario, donde militó en el Movimiento Nacional Reformista; eran años donde soplaban aires de revolución, pero Binner no se dejó seducir por ellos y, a los 18 años, decidió afiliarse al Partido Socialista, por entonces crítico del peronismo y opuesto a la violencia como método de acción política. Ya por entonces había conocido a Estévez Boero, estudiante de la Universidad del Litoral, quien se convertiría en su maestro y guía en la política.

El recuerda que su formación marxista fue amplia, humanista y enciclopédica como lo era entonces, que las primeras lecturas que lo marcaron fueron El ABC del socialismo , de Leo Huberman, y los Principios elementales de filosofía , el clásico de Georges Politzer.

En 1970 se recibió de médico. Se especializó en anestesiología y medicina del trabajo, una opción profesional en la que se veía reflejado ese apego por lo social que ya comenzaba a despuntar. Dos años más tarde, junto con Estévez Boero, fundaron el Partido Socialista Popular (PSP) en Unione y Benevolenza, en la Capital. Desde entonces, Binner recorrió un largo camino, en el que entrelazó su profesión de médico -fue director de hospitales públicos, el Neuropsiquiátrico y el Provincial Centenario- y su vocación política. Cuando en 1989 el socialismo logró su primer triunfo histórico en Rosario, Héctor Cavallero, el flamante intendente, convocó a Binner para ser secretario de Salud Pública, cargo que ocupó entre 1989 y 1993, cuando fue elegido concejal por el PSP.

Después, la política lo llevó cada vez más alto. En 1995 ganó la intendencia de Rosario y renovó mandato en 1999. Su gestión le cambió la cara a esta ciudad ribereña y lo proyectó para competir, en 2003, como candidato a gobernador de Santa Fe. Ganó, pero no ganó: la ley de lemas le otorgó el triunfo al justicialista Jorge Obeid. Tuvo que esperar cuatro años para que el socialismo tuviera su triunfo histórico.

¿Nace una nueva estrella en el firmamento nacional? Es posible, pero Binner sabe que primero debe mostrar gestión en su provincia. "Paso a paso", suele responder este hombre que, como en la célebre fábula, prefiere encarnar el papel de tortuga desafiando retos que parecen imposibles frente a la velocidad de la liebre.

“El gobernador fue poco ético al mandar los pliegos a la Legislatura”


La transición. El mandatario electo, Hermes Binner, insiste en la necesidad de reformar la Constitución. El socialista le recriminó a Obeid el haber propuesto nombres para la Corte y la Procuración. (La Capital)

Mauricio Maronna / La Capital

Hermes Binner no cambió un ápice su estilo ni sus modos de campaña. Prudente hasta el extremo, el gobernador electo no se cansa de agradecer a los santafesinos que lo votaron e insiste en trasladar a la provincia un modelo de participación y transparencia.

En una entrevista con La Capital, Binner no se priva de calificar como “poco ético” el envío de Jorge Obeid de los pliegos para ocupar la Procuración y un lugar en la Corte Suprema de la provincia.

—Después de unos días de descanso, ¿cómo evalúa este triunfo histórico?

—Con un gran agradecimiento a todos los santafesinos, particularmente a los rosarinos y a la gente de la región. Se reconoció la gestión de (Miguel) Lifschitz y de las anteriores. La gente buscaba referenciarse en las obras. A veces caminábamos por la ciudad con Miguel y nos decíamos: “¿Sabrá la gente que el Monumento al Pozo lo hicimos nosotros o que la avenida de la Costa, el Centro de Distrito Sur?”. Y la gente lo recordó.

—Sorprende aún más lo sucedido fuera de Rosario. Tuvo una respuesta muy favorable en las dos puntas de la bota.

—Teníamos alguna prevención a la hora de referenciarnos exclusivamente en Rosario, uno tiene temor a la sobreactuación publicitaria. Sin embargo, era la propia gente la que nos decía “ojalá que en la provincia se pueda hacer lo que se hizo en Rosario”. Estos relatos se repetían con frecuencia; tuvo mucho que ver a la hora del voto. En general no poníamos como eje Rosario, aunque alguna vez pusimos en la página web “queremos hacer de Santa Fe lo que hacemos en Rosario”, después nos pareció inoportuno plantearlo en estos términos. Fue la propia gente la que se referenciaba. “Ojalá tuviésemos una Isla de los Inventos”, nos decían, cosas así.

—¿La idea es trasladar ese modelo a la ciudad de Santa Fe, que aparece como muy deprimida?

—Trasladar una política de solidaridad, participación y transparencia. Después están los actores locales y el grado de decisión que tenga la comunidad de cada lugar.

—¿Se abrió la democracia argentina para los partidos minoritarios?

—Con perfiles diferentes, ganaron el mismo día Fabiana Ríos y Mauricio Macri. Con perfiles diferentes pero con un mensaje claro de la sociedad: solucionar los problemas concretos. Y eso es lo que inclina la decisión popular. La gente no quiere ver a políticos que tienen el trofeo como único objetivo. Después de la crisis del 2001, que fue una bisagra, la sociedad vuelve a creer en las instituciones y en las propuestas. Hoy todos los partidos políticos están desarticulados, por eso es necesario que se fortalezcan o se creen agrupaciones nuevas. El sistema en Argentina se basa en la existencia de los partidos políticos.

—¿La tranquilidad relativa que existe hoy, comparado a lo de 2001, hace que la gente se anime a darles el voto a partidos no tradicionales?

—Lo llamativo es que en medio de una bonanza económica la gente decidió cambiar. Esto es un hecho que contradice al asesor de (Bill) Clinton, cuando decía: “Es la economía, estúpido”.

—Cuando ve lo que ocurre en Córdoba y recuerda lo sucedido en Santa Fe hace algunos años, ¿a qué conclusión arriba?”

—En ese momento fue Reutemann quién paró e impidió el fraude. Evidentemente el gobernador de Córdoba no tuvo el mismo interés que Lole. El resultado de las elecciones en Córdoba hace que el gobernador nazca debilitado. Hoy más que nunca hay que aferrarse a las instituciones.

—¿Va a tomar decisiones de fondo apenas asuma?

—Tenemos la Constitución más antigua del país, siendo que fuimos pioneros. Hay que pensar en la reforma como un hecho necesario. La actual ha quedado atrasada.

—¿El hecho de que el PJ tenga mayoría en la Legislatura, y teniendo en cuenta que para declarar la necesidad de la reforma hace falta una mayoría especial, lo obliga a negociar fuertemente?

—Todo es motivo de diálogo, es lo bueno que tiene el ejercicio de la democracia.

—¿Recogió muchos votos peronistas?

—Sí, muchísimos. Me lo dice todos los días la gente en la calle. “Yo soy peronista pero esta vez lo voté a usted”, me confiesan. Ahora nos vamos a manejar como siempre lo hicimos. En Rosario tuvimos minoría en el Concejo, pero ninguna ordenanza que significaba el crecimiento de la ciudad fue trabada. Esto es la República, y por eso queremos una Justicia independiente.

—¿Cuál es su opinión sobre los pliegos enviados para la Corte y para la Procuración?

—No hago valoración sobre los nombres, sí sobre el procedimiento. El gobernador incurrió en un apresuramiento y es un acto poco ético. Nosotros estuvimos el lunes a la mañana con él y le planteamos el tema. “El pliego ya lo envié”, me dijo Obeid. “Puede retirarlo”, le contesté. Después vemos que ingresó a la Legislatura posteriormente a esa reunión. Es preocupante porque se está debatiendo el Código Procesal Penal y no sabemos qué función tendrá. Con la Corte, tenemos que hacer lo mismo que hizo el presidente Kirchner: mediante un decreto limitó sus facultades. Y el resultado fue excelente, hay una Corte confiable. Entonces, si para defendernos tenemos que nombrar amigos, y después de las elecciones, se trata de una situación poco ética.

—Volvió a ganar la pulseada con Kirchner respecto a la influencia presidencial en Santa Fe.

—En buena hora que vengan y hagan anuncios, pero de allí a cambiar el sentido del voto popular... No cambia el trabajo que se hace durante años. Esto es así.

—Incluso Cristina Fernández estuvo en Reconquista y Avellaneda, y el peronismo perdió.

—Lo que genera confianza es otra cosa. Se demostró en el 2005 y ahora. Cuando estuve en Rufino junto al presidente comprobé que son actos de porte nacional. La población de Rufino lo miraba desde afuera, lo que pasaba en la carpa que se había montado pasaba por lo nacional.

—¿Ya tiene nombres definidos para el gabinete?

—No, lo vamos a charlar. Tenemos lo más importante: el programa y los equipos.

—¿Ningún nombre tiene definido?

—No hay nada, primero tenemos que charlarlo con los socios.

—¿Habrá algún justicialista en su gabinete?

—En la elaboración del programa intervinieron muchos justicialistas. Claro que puede haber peronistas.

—Ahora que se consumó la alianza entre Elisa Carrió y el PS, ¿decidió el apoyo a Lilita?

—Nosotros vamos a apoyar al Frente Progresista en Santa Fe, tenemos una carga encima de 865 mil votos. Es pesado como para distraernos. En el Frente hay peronistas que votarán a Cristina, radicales que lo harán por Lavagna, otros que sufragarán por Carrió... Tenemos que ser respetuosos de esas voluntades para consolidar al Frente Progresista como una herramienta que sirva para gobernar y no que a las 6 de la tarde del domingo cada uno se vaya a su casa con el pedazo de la torta que pudo lograr en la pelea. La construcción de todo esto recién comienza, no debemos tener el vuelo corto de la perdiz.

—¿Es un error decir que usted va a votar por Carrió?

—Me extraña.... El voto es secreto.

“No vamos a desviar esfuerzos en una campaña”


Asume el 18 de diciembre, pero avisa que no cuenten con él para la campaña de octubre, aunque el líder de su partido acompaña a Carrió. Primer gobernador socialista en nuestra historia, defiende su buena relación con el Gobierno y anuncia que quiere renovar la Suprema Corte provincial. (Página/12)

Por Pablo Feldman

Como si no pesara haber entrado en la historia, el gobernador electo de Santa Fe, Hermes Binner, anticipa que “no participará” de la campaña para los comicios del 28 de octubre, más allá de que un dirigente de su partido integre una fórmula opositora. “No vamos a dedicar nuestros esfuerzos a ninguna otra cosa que no sea trabajar para cumplir nuestro plan de gobierno”, sostiene. El martes, cuando se reúna con el presidente Néstor Kirchner en la Casa Rosada, le va a pedir que interceda en Santa Fe “para que se haga en la provincia lo mismo que se hizo con la renovación de la Corte a nivel nacional”. Sostiene que “Cristina tiene un muy buen índice de credibilidad”, define la relación con el Gobierno como “de total independencia” y destaca que “la impunidad es peor que el delito” en relación con los episodios que involucraron a figuras del staff oficial. A partir del 10 de diciembre, este médico que gobernó dos períodos la ciudad de Rosario será el primer gobernador socialista de la Argentina.

–La victoria del socialismo el domingo pasado, ¿cambió el escenario nacional?

-Creo que lo más importante del domingo fue la consolidación de una propuesta que fue la del Frente Progresista, porque hasta ahora, en los anteriores intentos que se hicieron en Santa Fe, las coaliciones terminaban a las 18 del domingo de elecciones, donde cada uno se llevaba el pedazo de torta que había sacado. Pero ahora tenemos la oportunidad de construir con el criterio de aquellos movimientos que nosotros admiramos, como la Concertación chilena, o el Frente Amplio en Uruguay, pero estamos abocados al desarrollo de esta propuesta en Santa Fe, no sé qué puede pasar a nivel nacional.

–Pero sin dudas el impacto del triunfo se notó a la hora de elegir Elisa Carrió su candidato a vicepresidente.

–Puede ser que a ella le haya significado un dato relevante, pero para nosotros el desafío está en Santa Fe.

–Usted habló de los “modelos de construcción”, ¿dónde ubica a la “Concertación Plural” que lanzó el gobierno del presidente Kirchner?

–Esta es una etapa que revela cambios en las estructuras políticas, fíjese que al socialismo lo atraviesa una situación que les ha tocado a todos los partidos, hay dirigentes que participan del Gobierno y otros integrando una de las fórmulas de la oposición. En ese sentido estamos trabajando para intentar conservar la integridad partidaria, y esperando que pasen las elecciones nacionales. Para el socialismo, después del trabajo que dio consolidar un partido único, es importante conservar esta herramienta más allá de la coyuntura electoral.

–Para el 28 de octubre, institucionalmente el Partido Socialista se integró a la Coalición Cívica que lidera Elisa Carrió; de hecho el candidato a vicepresidente es el presidente del partido, ¿usted va a participar de la campaña?

–Mire, nosotros hasta el 10 de diciembre estamos abocados a no desaprovechar esta enorme oportunidad que tiene Santa Fe de salir adelante en lo económico, en lo social, en lo cultural. Créame que nuestros esfuerzos están centrados en la provincia y vamos a hacer todos los esfuerzos para consolidar nuestro espacio político y garantizar la gobernabilidad.

–¿Usted no mide su proyección nacional?

–A mí me votó la gente en Santa Fe, y mi compromiso está allí. Yo tuve en mi vida varias responsabilidades ejecutivas, fui director de hospital, secretario de Salud Pública, intendente dos veces, y siempre lo hice pensando no en lo que vendrá sino en lo que me encomendó la población. Sería una irresponsabilidad estar pensando en otra cosa. No obstante y sobre todo en la Argentina, un país tan poco previsible, yo entiendo que haya quienes están pensando en cuestiones a futuro.

–En los últimos meses el Gobierno ha recibido el impacto de episodios en los que aparecían involucrados funcionarios (Skanska, la bolsa de Felisa, los dólares de Uberti), ¿esto lo distancia del Gobierno?

–Son todas situaciones que necesariamente deben ser aclaradas y castigadas. Porque peor que el delito es la impunidad.

–¿Usted cree que esos casos han tenido impacto electoral?

–Los resultados electorales no han sido los que esperaba el Gobierno, pero lejos de perjudicarlo creo que lo benefician. Una visión más amplia que la del que está preocupado únicamente en perseguir la hegemonía permite ver que los diferentes matices dentro del sistema democrático mejoran a todas la fuerzas, obligan al diálogo, a la confrontación de ideas, y eso siempre es constructivo.

–¿Pasado mañana se reúne con el Presidente en la Casa Rosada?

–El martes a las 19 vamos a ir con la vicegobernadora electa Griselda Tessio a saludar al Presidente, que la noche del triunfo tuvo la gentileza de llamarnos para felicitarnos y decirnos que nos esperaba en la Casa Rosada.

–¿Sin agenda prefijada?

–Nosotros vamos a llevar una preocupación, que está relacionada con la Justicia en Santa Fe. Creemos que en la provincia hay que hacer lo mismo que hizo el Presidente a nivel nacional a la hora de designar los jueces de la Corte Suprema. Esto tiene que ver con terminar con “el dedo”, esto de la dedocracia para señalar a los que deben ser jueces quedó demostrado que es muy malo para la república.

–Concretamente, los dos pliegos que remitió el gobernador Obeid a la Legislatura después del comicio.

–Exactamente, le vamos a plantear al Presidente que estamos muy preocupados porque en Santa Fe el gobernador está llevando adelante una política que va a contramano de lo que espera la sociedad. Inclusive por los propios juristas propuestos, no quiero hacer nombres propios, a ellos mismos le va a venir muy bien la legitimación del sistema de selección.

–Y fuera de este tema, ¿alguna otra cosa, sobre todo porque al final de la campaña en Santa Fe, la última vez que el Presidente estuvo en Santa Fe, hubo un cruce con usted?

–Eso fue un hecho menor. Lo importante es el trabajo sostenido, cotidiano, de muchos años, no es reemplazado por una o dos visitas. Por eso sería muy bueno que el Presiente siguiera viniendo a Santa Fe, que anuncie obras y que las hagan.

–¿Qué opina de que sea Cristina la candidata?

-La senadora tiene un muy buen índice de credibilidad en la población. Al menos eso es lo que dicen todas las encuestas.

–¿Cree que episodios como Skanska, Felisa o Uberti afectan su imagen?

–Eso se verá el día de la elección, pero yo creo que tiene que actuar la Justicia y dejar las cosas en claro.

–¿Tiene “amigos” en el Gobierno?

–Tenemos una relación que se ve en el Parlamento, tenemos total independencia y apoyamos cuando creemos que algo es bueno y cuestionamos cuando estamos convencidos de que debemos hacerlo, y presentamos alternativas.

–¿Qué información tiene de Córdoba?

–Cuando escuché el mecanismo del escrutinio en el Correo y la demora con cargar los datos, me acordé de lo que pasó en Santa Fe en 1995. Y la verdad que la actitud de Carlos Reutemann en aquella oportunidad fue bien distinta de la de De la Sota. Era de madrugada cuando pararon el recuento provisorio y se firmó un acta para contar los votos, estuvimos casi dos meses esperando, pero no quedaron dudas de quién había ganando.

–¿Y fue también el Correo?

–Estaba un tal Grisanti, que era del equipo de Domingo Cavallo, y ahí estaba Schiaretti también...

–Recién terminó su campaña para la gobernación, ¿se imagina comenzado otra para el 28 de octubre?

–No, para nada. Nosotros vamos a estar trabajando para Santa Fe, es la demanda de la gente, me lo dicen en la calle. No vamos a desviar esfuerzos en ninguna cosa que no sea trabajar para cumplir con nuestro plan de gobierno.

–¿Lo llamó Rafael Bielsa para felicitarlo?

-No, pero me dijeron que “tenía el celular abierto” si lo quería llamar...

–¿Y usted lo llamó?

-No tengo el número, además me dijeron que ya dejó el hotel...

08 septiembre, 2007

"Es el momento de consolidar una propuesta republicana"


Pocos días después del triunfo electoral, pero a más de tres meses de asumir, el gobernador electo avanza en definiciones sobre sus planes para la provincia. Pero evita referencias a la política nacional que puedan lesionar al Frente. (El Litoral)

Emerio Agretti

El gobernador electo todavía no llegó para vivir en Santa Fe, pero ya vino con su esposa para "aclimatarse" y resolver la escolaridad de su hijo. Con el mismo aplomo de costumbre, aunque notoriamente más distendido, confiesa estar aún procesando el impacto de haber sido votado por más de 850 mil santafesinos. Y dice encarar la transición con más expectativas que preocupación.

-¿Le preocupan las condiciones políticas en las que le va a tocar gobernar, con predominio del justicialismo en el Senado?
-No, yo realmente creo que es importante que haya opiniones que podamos escuchar los santafesinos y construir una provincia mejor para todos. Tenemos que salir de esta idea de que hay que gobernar con una mayoría absoluta y si no, no se puede gobernar. Eso lo vimos en Rosario. En los ocho años de gestión que me tocaron, el Concejo Municipal tuvo una mayoría justicialista, entre otras cosas por efecto de la ley de lemas. No teníamos quórum propio, pero nunca un proyecto trascendente para la vida de la ciudad dejó de aprobarse por una oposición cerrada.
-Ya empezó a delinear la transición con el gobernador Jorge Obeid. ¿Se encontró con algo que le haya llamado la atención?.
-Nos llama la atención la actitud del gobernador, que por un lado dice "quiero una transición tranquila", y sin embargo avanza con designaciones. Lo cual, si bien es legal, carece de legitimidad, en función de que las elecciones ya fueron. Me sorprendió que, cuando nos reunimos, me dijo que ya había enviado el pliego para el procurador, y resulta que lo envió después de reunirse con nosotros. Tuvo ingreso en la Legislatura después.Pero creo que sería una oportunidad extraordinaria para que, más allá de los nombres, usemos para designar a los ministros de la Corte el mismo sistema que el presidente Kirchner, que se autolimitó para que la sociedad en su conjunto pudiera opinar. Porque creo que la Justicia no puede ser funcional al gobierno de turno. Si nosotros salvamos esta dificultad que venimos arrastrando en todos los años de democracia, creo que podemos consolidar una propuesta republicana. Hay funciones muy claras y muy específicas que, cuando están pendientes de favores o de dedos, debilitan a la democracia, e incluso condicionan a quienes ocupan el cargo por méritos propios.
-Los legisladores del Frente solicitaron al gobernador que retirara los pliegos para la Corte. ¿Usted comparte este planteo?.
-Claro. Porque además, estamos ante una situación de que cuando se les da ingreso en la Legislatura, empiezan a correr los 30 días y corremos el riesgo de que se consume la designación ficta, nada menos que de miembros de la Corte. Eso genera una debilidad política muy grande en lo institucional. Además, está de alguna manera en contradicción con lo que dice la Constitución reformada en el '94. De la misma manera, los organismos de control sobre empresas que ya no son privadas, pierden sentido. En el Enress, hay que dejar que se terminen los mandatos y tiene que desaparecer.
-Los senadores acaban de aumentar los subsidios, algo apoyado por legisladores radicales del Frente y rechazado por socialistas. ¿Usted qué opina?.
-Bueno, obviamente que la Legislatura tiene su presupuesto y la libertad para su utilización. Nosotros nos vamos a ajustar a lo que dijimos en la campaña, de que el Ejecutivo no tiene por qué repartir subsidios, ni contar con 250 millones de pesos de libre disponibilidad. Eso lo vamos a eliminar del presupuesto.
-Con respecto al presupuesto, la primera previsión que va a tener que tomar es la que le permita encarar la puesta en condiciones de todas las escuelas, como anunció.
-Ya tenemos solicitada una entrevista con el ministro (de Educación de la Nación, Daniel) Filmus, para plantear las necesidades de Santa Fe en materia educativa. Y vamos a hacer un plan, cuya meta sea que todas las escuelas tengan agua, gas, electricidad, estructura adecuada y baños que funcionen.
-Y a la par vendrá el debate sobre la ley de educación...
-Lo que pasa es que, con la propuesta del actual gobierno, sin que se conozca su contenido más que por trascendidos, ya se levantó una ola de oposición. Lo que está marcando que no se puede imponer una ley, y menos de educación. De modo que si estuvimos tantos años sin ella, no es que tenga que estar para el lunes. Así que hay que dar un gran debate, tanto desde lo público como de lo privado, para ver qué educación queremos.
-A ver cómo le pregunto esto... ¿Lo va a votar a Giustiniani como vicepresidente?(risas)
-Este... sí. Pero quiero decirle que mi rol dentro del Frente Progresista es el de tener una mirada más contemplativa sobre las posiciones que van a tomar los distintos integrantes de la coalición. La idea es que ningún gesto se pueda ver como algo tendiente a un resquebrajamiento o desunión. Para nosotros lo jerárquico es Santa Fe y responder a esta extraordinaria cantidad de votos que hemos logrado el fin de semana pasado. Que, obviamente, no es producto de una acción personal, sino de una tarea colectiva del radicalismo, la Democracia Progresista, el ARI y el socialismo, realizada sin ninguna búsqueda de ventajas personales. Nos interesa preservar esto, sobre todo por los antecedentes que tenemos. Siempre, la noche de las elecciones, las alianzas se terminan. Y nosotros queremos que esto persista. Porque octubre pasa, ¿eh?

Trabajo: un rol activo

La creación de un Ministerio de Trabajo es una de las medidas que Hermes Binner planea instrumentar al asumir, asignando a esa cartera "un amplio rol para buscar soluciones a los conflictos laborales. Una mesa amistosa que permita resolver problemas, donde se pueda avanzar. Esto tanto para lo público, como para lo privado".

Binner remarca el propósito de sostener la agenda social dentro de la política económica, y asegurar el acceso a la salud y la educación como vías para atacar "el 30 % de exclusión" que sufre la sociedad santafesina.

-¿Cómo se enfrenta el hecho de que, aun con crecimiento económico, sigue habiendo tantas personas excluidas del mundo laboral? Porque el Estado no puede generar fuentes de trabajo como tales...

-Pero puede favorecer las fuentes de trabajo. Hay emprendimientos de artesanos, cooperativas de quinteros, programas nacionales como Pro Huerta, de Inta. Y hay que aprovecharlos. Hay formas, por ejemplo, que menciona el actual ministro de Trabajo de España, Jesús Caldera, que es tener un diálogo a nivel oficinas de empleo con los tomadores de mano de obra. ¿Qué hace falta, qué tecnología, qué capacitación? Hoy hay muchos oficios que se están perdiendo y no hay fomento para esas cosas. Pero se pueden generar acciones donde el Estado comprometa al privado a un desarrollo, y cuando esté desarrollado lo libera y toma a otro. Hay que tomar un rol activo para generar trabajo.

-Hay mucho que remontar...-Lo primero es terminar con el clientelismo. En plena campaña, veíamos cómo gente vencida por la vida nos miraba, con ojos de desesperanza, diciendo "¿qué me trajiste?", con lo cual es muy difícil recuperar la propia dignidad humana.

La fórmula ganadora en los comicios del pasado domingo, Hermes Binner y Griselda Tessio, se reunirá el próximo martes con el presidente Néstor Kirchner. Como anticipó ayer este diario, el encuentro tendrá lugar a las 19, en la Casa Rosada.

"Argentina necesita recuperar credibilidad en la democracia"


El pasado domingo, Hermes Binner (Rafaela, Santa Fe, 1943) entró en la historia de Argentina al convertirse en el primer candidato socialista que ocupará el gobierno de una provincia, en concreto la de Santa Fe, una de las más ricas del país. El nuevo gobernador considera imprescindible el consenso para ejercer el poder, pone como ejemplos a los presidentes de Brasil, Uruguay y Chile, y duda de la reivindicación de la izquierda que hace el presidente, Néstor Kirchner. (El País - Madrid)

JORGE MARIRRODRIGA - Buenos Aires - 08/09/2007

Pregunta. Su triunfo ha generado mucha expectativa, sobre todo por haber batido ampliamente desde la izquierda al candidato del presidente Kirchner. ¿Cómo se define políticamente?

Respuesta. Como un socialista. Nosotros somos parte del Partido Socialista de Argentina que fundó Juan B. Justo hace 110 años.

P. El término socialista ha cambiado a través de los años. En América Latina varios mandatarios muy diferentes se llaman socialistas, ¿dónde se situaría?

R. Cerca de Tabaré Vázquez [presidente de Uruguay] , Ricardo Lagos

[ex presidente de Chile] y Luiz Inácio Lula da Silva [presidente de Brasil].

P. El actual Gobierno argentino se define de izquierdas...

R. Esta definición es bastante controvertida. Nosotros estamos en la Internacional Socialista (IS). Yo he sido presidente del comité de autoridades locales de la IS. Dentro de ese comité hemos tenido una gran responsabilidad en el estudio de formas de gobierno local, sobre todo de participación.

P. Los analistas señalan que su victoria del domingo se ha fraguado en la gestión como alcalde de Rosario. ¿Cómo la definiría?

R. Una gestión con una política solidaria, participativa y transparente. Hemos hecho mucho hincapié en el tema local, en lo que se llama la democracia de proximidad, y hemos tenido a través de la cooperación española a muchísimos cuadros técnicos políticos para el ejercicio de gobierno.

P. ¿Cómo ve la alineación actual de Argentina con países como la Venezuela de Hugo Chávez?

R. Nosotros preferimos alternativas como la que se ha creado en Chile con la Concertación Democrática. Por eso hemos formado en Santa Fe nuestro Frente Progresista, que requiere diálogo y consenso. Aspiramos a esa forma de Gobierno y nos sentimos identificados con ella.

P. ¿La izquierda argentina que usted representa es en este momento una opción real de Gobierno en la nación o todavía le queda tiempo para alcanzar el poder?

R. Estamos hoy ante la posibilidad de gobernar una provincia. Y además una como Santa Fe, sumamente rica. Para llegar al Gobierno nacional todo depende del gobierno que hagamos en Santa Fe y de las posibilidades de otras provincias argentinas.

P. Usted ha declarado que su primera prioridad será garantizar el comienzo del curso escolar. ¿La agitación social ha convertido Argentina en un país poco gobernable?

R. Hay que tener en cuenta que en Argentina además de la crisis económica ha habido estructuras productivas que han generado amplios sectores marginados por una forma de gobierno neoliberal. Creemos en la educación y en el trabajo como pilares fundamentales. La educación nos hace libres y el trabajo, dignos. Recuerdo precisamente una película española, La lengua de las mariposas, donde el viejo profesor dice en algún momento que si se logra una generación que crezca en libertad, España tiene salida. Para nosotros es muy importante que haya una generación de niños argentinos que crezca en libertad, que pueda educarse, tener trabajo y vivir con dignidad.

P. ¿El votante de Binner a quién votará en las presidenciales de octubre?

R. Creo que habrá de todo. Habrá quien vote Kirchner, Lavagna o Carrió. Puede parecer extraño, pero después de la crisis de 2001, en Argentina todavía necesitamos recuperar credibilidad en la democracia y en las instituciones.

"La concertación de Kirchner no es tan plural", afirmó Binner


El gobernador electo de Santa Fe dijo que el martes será recibido por el Presidente. (La Nación)

Ahora más que nunca, el socialista Hermes Binner se propuso hacer culto a la moderación.

Desde que resultó elegido gobernador de Santa Fe, su preocupación por llevar adelante una gestión sin contratiempos y en buenos términos con la Casa Rosada lo decidió a evitar roces con Néstor Kirchner, con quien se reunirá el próximo martes en el despacho presidencial. Aun así, no se privó de cuestionar la llamada "concertación plural" que promociona el Gobierno y advirtió que la falta de gestión de Cristina Kirchner "es una desventaja, aunque no un impedimento".

"Mi sensación es que la concertación [oficialista] no es lo plural que plantea el Gobierno. Una propuesta de concertación debe fundarse en una mesa de diálogo basada en temáticas vinculadas a la cuestión nacional y, finalmente, derivar en un programa común, que es lo que le ha dado sustento, por ejemplo, a la concertación chilena o al frente amplio en Uruguay. Esto no se ha dado aquí", sostuvo el gobernador santafecino electo, en diálogo con LA NACION.

Ya más tranquilo después de la vorágine de los días anteriores y posteriores a la elección santafecina, Binner afirma seguir con preocupación los acontecimientos en Córdoba tras las denuncias de fraude en el escrutinio del domingo pasado. "Hay que abrir las urnas y contar los votos", insistió, con lo que se sumó al reclamo del intendente cordobés y candidato a gobernador Luis Juez.

-¿Cree que hubo fraude?

-Y todo lleva a suponer que hubo alguna irregularidad por todo ese tiempo en que se demoró el escrutinio.

-¿El gobierno nacional debería intervenir?

-Estamos en país federal; por lo tanto, creo que cada provincia debería intentar resolver sus problemas de la manera más adecuada. También es cierto que tenemos sistemas arcaicos, vinculados a la confección de los padrones, de los documentos nacionales de identidad; después de 24 años de democracia, deberíamos haber avanzado en sistemas más confiables.

-¿Cómo evalúa la candidatura de Cristina Fernández de Kirchner? ¿Cree, como algunos dirigentes, que es una desventaja el hecho que no haya tenido gestión?

-Bueno, indudablemente, es una desventaja, pero no un impedimento.

-Frente a las encuestas que hoy pronostican un triunfo de la candidata oficial, ¿cree que hay posibilidad de ballottage?

-Es una posibilidad, claro, pero habrá que ver cómo se desempeñan en sus campañas el oficialismo y los candidatos de la oposición.

-Justamente, su partido apoya la candidatura presidencial de Elisa Carrió, que eligió como compañero de fórmula a Rubén Giustiniani. ¿Cree que se destacará por sobre el resto de las postulaciones opositoras?

-Es una propuesta nueva que seguramente merecerá la atención de la gente. De todas maneras, déjeme recordarle que yo integro un Frente Progresista integrado por diversos partidos que van a apoyar a distintos candidatos presidenciales, a Carrió, a Lavagna, o a la propia Cristina

-¿Cómo imagina la relación de su futuro gobierno con la Casa Rosada si la senadora Kirchner es elegida presidenta?

-Nosotros tenemos la obligación de llevar adelante una provincia que piensa también en función de la Nación. Por eso, el diálogo y el consenso resultan fundamentales.

-¿No teme resultar marginado por ser un gobierno no kirchnerista?

-Nunca hemos vivido esa situación de discriminación. En todos nuestros años de gestión en Rosario, no nos hemos sentido intimidados, pese a que hemos convivido con un gobierno provincial y nacional de otro color político.

-Pero ¿cómo hará para sortear esa dependencia de la Nación que hoy tiene la mayoría de los distritos?

-Es un debate que nos debemos todas las provincias. En la reforma constitucional de 1994, uno de los temas de debate fue la coparticipación y se fijó un plazo para sancionar una nueva ley. Ese plazo está vencido. Nosotros vamos a insistir en una nueva ley de coparticipación.

-Cuando el martes próximo usted se reúna con el presidente Kirchner, ¿le llevará algún planteo?

-Va a ser una reunión protocolar, pero nuestro interés será plantearle al Presidente la situación de la Justicia en Santa Fe. Sucede que el gobernador [Jorge] Obeid remitió esta semana a la Legislatura los pliegos para cubrir cargos en la Corte Suprema provincial y en la Procuración, decisión que adoptó después de la elección del domingo pasado. ¿Cuál es el apuro? Mi intención es que esas designaciones tan relevantes puedan ser debatidas en el seno de la sociedad, tal como instauró el presidente Kirchner en el decreto 222 de designación de jueces de la Corte. Aquí hubo, sin duda, una picardía de Obeid.

Por Laura Serra
De la Redacción de LA NACION

04 septiembre, 2007

Un socialista gobernará por primera vez una región argentina


Por primera vez en la historia de Argentina, un socialista será gobernador de una región, tras el arrollador triunfo conseguido el domingo por Hermes Binner sobre el candidato peronista respaldado por el presidente Néstor Kirchner. La victoria de Binner, que sacó a su oponente 10 puntos de ventaja, resulta especialmente significativa ya que el nuevo gobernador defiende un modelo de izquierdas en las antípodas del populismo, y arrebata al oficialismo peronista la bandera del progresismo a menos de dos meses de las elecciones presidenciales. (El País - de Madrid)

J. MARIRRODRIGA - Buenos Aires - 04/09/2007

Santa Fe, al norte de Buenos Aires, es una provincia que durante los últimos 24 años ha tenido gobernadores peronistas. Además de esta hegemonía justicialista, Binner tenía a priori otros dos factores en contra para alzarse con el triunfo: un discurso de izquierdas en un país cuyo Gobierno reivindica insistentemente ser la única fuerza progresista democrática y el incondicional respaldo de la Casa Rosada a su rival, el ex ministro de Exteriores Rafael Bielsa. El propio Kirchner y su esposa y candidata presidencial, Cristina Fernández, participaron en la campaña del candidato peronista.

Con un discurso de corte socialdemócrata, en la línea del brasileño Luiz Inácio Lula da Silva o del uruguayo Tabaré Vázquez, Binner obtuvo pronto el apoyo de las encuestas y la hostilidad del oficialismo, que en la misma noche del domingo incluso hablaba de "empate técnico" entre Binner y Bielsa. El socialista, candidato del Frente Progresista Cívico y Social, finalmente obtuvo el 48,6% de los votos por el 38,8% de su rival quien, tras admitir su derrota, anunció además su dimisión como diputado nacional. Bielsa ya había sufrido una estrepitosa derrota ante el centroderechista Mauricio Macri en Buenos Aires en 2005. A pesar de ello, Kirchner lo designó candidato a gobernador de Santa Fe.

Territorio hostil
La victoria del socialismo en Santa Fe muestra además un mapa electoral muy diferente al que describen los medios oficialistas en Argentina. La capital es territorio hostil a Kirchner y su candidata presidencial, pero además en el resto del país no hay una hegemonía del Frente Para la Victoria (PFV), que pretende llevar a la esposa del jefe del Estado al sillón presidencial. De las 12 elecciones parciales celebradas en lo que va de 2007, Kirchner y sus candidatos han ganado seis. Y entre sus derrotas hay dos hitos importantes: Tierra del Fuego tiene a la primera mujer gobernadora de la historia del país, Fabiana Ríos, y Santa Fe, con Binner, al primer socialista.

La polémica se centraba ayer en la provincia de Córdoba, donde también se celebraron elecciones el domingo. Tras más de 20 horas de recuento, el candidato oficialista, Juan Schiaretti, obtenía apenas un punto de ventaja sobre su rival, Luis Juez, del opositor Frente Cívico y Social. Juez denunció fraude y anunció un recurso ante la justicia.

Binner: la provicia "gastó mucho dinero en la campaña"


“El gobierno de la provincia gastó en la campaña mucho dinero, que distribuyó entre municipios”, dijo hoy el gobernador electo de la provincia, Hermes Binner, al tratar de explicar por qué recibirá una caja menos abultada de lo que pensaba. En declaraciones televisivas, Binner dijo que en su gestión priorizará el combate contra la evasión, buscará garantizar que el ciclo lectivo 2008 comience con las escuelas saneadas, y descartó que se vaya a construir un hospital en dependencias del Batallón 121. (La Capital)

Binner manifestó su “agradecimiento inmenso” al electorado que lo votó, y consideró que fue una puesta en confianza a una forma de gestionar. “A veces pasamos con Miguel (Lifschitz) frente a una obra y nos preguntamos: ¿Sabrán que esto se hizo en nuestra gestión? Ahora veo que sí, que este apoyo habla de una forma hacer política donde la solidaridad, la participación y la transparencia son ejes fundamentales de esta construcción”.

El elector gobernador dijo que salió “satisfecho” ayer de su reunión con el actual mandatario, Jorge Obeid. “Hay una gran predisposición de hacer una transición tranquila, nos preocupaban temas como el de completar cargos en el Enress o el de proponer un procurador en la Corte, que no sabemos que función va a tener de cara al nuevo Código Procesal Penal”.

El ex secretario de Hacienda en la gestión de Binner como intendente, y uno de los economistas más importantes del socialismo, Angel Sciara, dijo hoy que el superávit de la provincia no era tan grande como se esperaba. En la misma sintonía, Binner afirmó que “se ha gastado muchísimo dinero en esta campaña, se repartió dinero para hacer obras que hasta el momento no se habían hecho”, recordó en tono de queja, convencido de que “no puede haber fondos de libre disponibilidad, porque el presupuesto es una herramienta de gobierno”.

Y con respecto a la posibilidad de que haya alteraciones tributarias durante su gestión, no dijo ni sí ni no, pero aclaró: “Nuestra primera preocupación está en la evasión, que en la provincia es muy grande. Allí van a apuntar nuestras primeras políticas, porque es una injusticia que el que paga siempre tenga que pagar más”.

A renglón seguido, se refirió al siempre espinoso tema de la relación entre provincia y municipio en materia de salud. Al respecto, aclaró que “hay historias diferentes, porque la salud pública en Rosario tiene cien años, y en Santa Fe fue siempre provincial. Pero lo importante es que debemos cumplir con el precepto constitucional de garantizar salud. Para esto debemos coordinar e integrar los sistemas, esa va a ser nuestra política”.

Binner echó por tierra el proyecto del gobierno de Jorge Obeid de construir un hospital en el predio del Batallón 121. “No tiene sentido de ser, porque a pocos metros tiene un hospital que está terminarse, como el Sáenz Peña. Además, la gente no quiere el hospital ahí”.

Obviamente, no pudo estar afuera el tema policial. El gobernador electo no habló de ningún nombre para dirigir a la policía santafesina (se hablaba de una muy buena relación con el comisario Mariano Sabia). Lo que sí dijo es que “hay que darle herramientas de trabajo. No puede haber en una seccional una Lexicon 80, que ya cumplió su historia, que ya se amortizó. Hay que computarizar todo el sistema, tener mapas de delito, formar bien a los policías. Tener un efectivo no es sólo agarrar a un muchacho, darle dos meses de instrucción, vestirlo, entregarle un arma reglamentaria y sacarlo a la calle.

Con respecto al tema educativo, insistió con que su gestión buscará primero que nada que “el ciclo 2008 tenga a todas las escuelas en condiciones, y no con los baños rotos, los techos que se llueven, los vidrios rotos. Tener escuelas ambientadas tanto para el invierno como para el verano es un derecho que tienen tanto los niños como los docentes”.

El sistema educativo le sirvió también para ejemplificar el problema que tienen con respecto a la falta de información de los números provinciales. “En el área educativa, que absorbe más del 30 por ciento del presupuesto, se gasta el 97 por ciento en sueldos, pero ¿qué queda? ¿cómo se gasta? ¿en qué se gasta? No lo sabemos. En la medida que tengamos la buena voluntad del gobernador de trabajar conjuntamente en la transición, podremos conocer la información que necesitamos”.

"Rosario fue fundamental para ganar"


Aumentará el impuesto inmobiliario rural "por irrisorio", promoverá la ley que consagra el derecho a la información pública y revisará la decisión de Obeid de construir un nuevo hospital en la zona sur. Agradeció el voto de los rosarinos. (Rosario/12)

Por Guillermo Zysman
Horas después de reunirse en Santa Fe con Jorge Obeid (ver aparte), con quien empezó a negociar los términos de la transición en su camino a la Casa Gris, Hermes Binner regresó a Rosario para adelantar las primeras medidas de su gobierno. El gobernador electo ratificó su decisión de impulsar la reforma de la Constitución provincial para cosagrar así la autonomía de los municipios y anunció que creará dos nuevos ministerios: el de Seguridad, escindido de la actual cartera de Gobierno, y el de Trabajo "para reducir la conflictividad laboral". A la vez anticipó que evaluará cambios en la estructura impositiva, en especial lo referido al impuesto inmboliario rural. "Es irrisorio lo que pagan (los propietarios de) algunos campos teniendo en cuenta la cotización de los cereales", ejemplificó. Consultado sobre el escenario que quedó planteado en el Senado, donde el PJ obtuvo 13 de las 19 bancas en juego, el dirigente socialista admitió que el Frente Progresista "deberá buscar consensos, propios del juego democrático". En ese marco le asestó la primera estocada a los senadores opositores: prometió promover la ley que consagra el derecho a la información pública, con media sanción de Diputados y cajoneada en la Cámara alta. "Si no sale, que la sociedad sepa quienes la frenan", advirtió para después evitar pronunciarse sobre la elección presidencial.

Cansado pero de buen semblante, Binner brindó ayer a media tarde en un hotel céntrico de la ciudad una conferencia de prensa junto al reelecto intendente Miguel Lifschitz. Todo un gesto al desempeño del jefe comunal que obtuvo casi el 60 por ciento de los votos y aportó lo suyo para que el socialismo llegara a la Gobernación. "Quiero expresar un reconocimiento a la ciudad que ha sido la base fundamental para que ganaramos en la provincia, si bien también triunfamos en la capital y en otras localidades del interior", reconoció el todavía diputado nacional.

Ratificando sus consignas de campaña, el electo gobernador adelantó que una de las prioridades de su gestión será "garantizar que las escuelas estén en condiciones para que los chicos vayan a estudiar". Luego, ante la pregunta de Rosario/12, ratificó que impulsará la reforma de la Carta magna provincial para, entre otros aspectos, incorporar la autonomía municipal. "Lo dice la Constitución nacional reformada en el 94. Estamos en mora en Santa Fe. La otra alternativa (por ley) sería un atajo".

En Rosario reiteró los conceptos vertidos al salir de la reunión con Obeid donde objetó las designaciones promovidas por el gobernador saliente para las vacantes generadas en la Corte Suprema. Agregó reparos a la continuidad del Enress, al menos en los términos actuales.

Sobre la elección presidencial de octubre, Binner evitó pronunciarse a título personal. "El Partido Socialista, orgánicamente ha definido su apoyo a Elisa Carrió, que seguramente será ratificado en una nueva instancia. Nosotros no somos opositores de, sino propositivos de", explicó para después señalar que las interpretaciones políticas a nivel nacional sobre su triunfo "dependían de la lectura que cada uno quiera hacer", en alusión a quienes vieron que ello implicaba un golpe a la Casa Rosada.

En relación a la relación que tendrá con el Senado, de marcado sesgo opositor, Binner señaló: "Los cuerpos legislativos, en democracia, deben ejercer un libre juego de debate. La estrategia del toma y daca en el poder legislativo le hizo muy mal a la Legislatura. Aspiramos a otra relación", dijo el ex intendente de Rosario. De inmediato envió un mensaje a los senadores justicialistas: les advirtió que retomará la ley que habilita el derecho a la información pública, con media sanción en Diputados y cajoneada por el justicialismo en la Cámara alta. "Si existen actitudes retardatarias, que la sociedad sepa quienes son", agregó.

Más adelante comentó los cambios a la Ley de Ministerios que tiene pensado elevar a la Legislatura, sumando los ministerios de Seguridad y Trabajo. El primero dejaría de ser una subsecretaría dependiente del Ministerio de Gobierno, y el segundo también aumentaría su rango -actualmente es una Secretaría de Estado-.

Tras aclarar que muchas de las consultas "no son fáciles de contestar porque no estamos todavía en el gobierno", Binner respondió sobre cuestiones económicas: dijo que la prioridad para mejorar la recaudación no será aumentar impuestos sino perseguir a los evasores. No obstante ello, abrió la puerta a eventuales cambios en la estructura tributaria al mencionar que el monto de lo que recauda Santa Fe en concepto de impuesto inmobiliario rural (según los referentes económicos del Frente Progresista 40 millones anuales) "es irrisorio teniendo en cuenta la cotización de los cereales" en el mercado internacional.

Sobre el final dio a entender que revisará la decisión del gobierno de Obeid tendiente a construir un nuevo hospital con una inversión millonaria en los terrenos que ocupó durante años el Batallón 121 del Ejército, que la provincia compró al Ministerio de Defensa de la Nación.

Los reclamos de Lifschitz
Mirando de reojo a Hermes Binner, el reelecto intendente de Rosario enumeró los reclamos que la municipalidad elevará al gobernador electo una vez que éste se instale en la Casa Gris. "En realidad son cuestiones que las venimos hablando con Hermes desde hace tiempo, que él conoce por haber sido intendente de la ciudad ocho años y que ahora con este nuevo escenario político se abre una gran oportunidad para Rosario", aclaró para después mencionar la realización de las obras de saneamiento como principal prioridad. "El 35 por ciento de la superficie de la ciudad no tiene cloacas y eso es un escollo para inversiones privadas y el desarrollo de los barrios", apuntó para después agregar "la concreción de obras similares al programa Rosario Hábitat que permitan erradicar los asentamientos irregulares que hay en la ciudad mediante fondos nacionales que son canalizados por la provincia".

Lifschitz aludió después a la necesidad de que "provincia y municipio trabajen en la elaboración de un sistema de salud que no se superponga", lo que supone también una importante transferencia de fondos. En la oportunidad el intendente no comentó el reclamo económico que la municipalidad ha planteado al gobierno provincial: más de 100 millones de pesos en concepto de copraticipación mal liquidada, más intereses.

El día después en la Casa de Gobierno



Por Juan Carlos Tizziani

Un día después de su histórico triunfo en la provincia, Hermes Binner llegó ayer a la Casa Gris como gobernador electo. Lo recibió Jorge Obeid para acordar la transición hasta el 10 de diciembre, cuando se convierta en el primer gobernador socialista de la Argentina. Un encuentro cordial, amigable, primero, a solas, y después, con un grupo de colaboradores y un primer acuerdo: "Queremos que haya un cambio lo más tranquilo posible", dijo Binner. Más tarde, la Casa Gris aclaró que una comisión integrada por ministros de Obeid y representantes de Binner se encargará de coordinar el traspaso del mando "en el contexto de una provincia ordenada y gobernable". Sin embargo, el primer entredicho también quedó planteado: Binner discrepó con el viejo método de acomodar a los amigos antes de dejar el poder: ayer, Obeid envió a la Legislatura los pliegos de un ministro y el procurador general de la Corte Suprema de Justicia, en una arremetida final que amaga con cubrir todos los cargos vacantes en los organismos de control: la Defensoría del Pueblo, el Tribunal de Cuentas y el Ente Regulador de Servicios Sanitarios (Enress). (Rosario/12)

Binner llegó a la Casa de Gobierno, junto a los legisladores Antonio Bonfatti y Raúl Lamberto. Lo sorprendió el aplauso cerrado de un grupo de empleados públicos que se había concentrado en el hall para recibirlo y saludarlo. Obeid lo esperaba con las puertas abiertas de su despacho y medio gabinete: los ministros Rubén Michlig (Cordinador), Roberto Rosúa (Gobierno) y Walter Agosto (Hacienda) y sus dos operadores de confianza: los diputados Mario Lacava y Ariel Dalla Fontana. Lacava fue uno de los más agresivos con Binner en la campaña electoral, se dedicó hostigarlo y a hasta burlarse de él. Ayer, quedaron frente a frente, pero Binner lo pasó por alto.

Obeid había comenzado su mañana con otro encuentro con el ex candidato del Frente para la Victoria, Rafael Bielsa, junto a sus colaboradores. Las caras de uno y otros reflejaron la derrota del domingo. "El gobernador y el diputado Bielsa examinaron pormenorizadamente las vicisitudes del acto comicial y la actuación del Frente para la Victoria en todos los estamentos de la provincia", fue la síntesis oficial de la reunión.

Al mediodía, llegó Binner para acordar la transición hasta el 10 de diciembre. Obeid ya había golpeado primero: a primera hora envió a la Legislatura los pliegos del ministro de la Corte Suprema de Justicia, Daniel Erbetta y del procurador general de la Corte, Agustín Bassó. La idea del gobernador, es cubrir antes de irse todos los cargos vacantes en tres organismos de control: la Defensoría del Pueblo, el Tribunal de Cuentas y el Enress.

Al salir del encuentro con Obeid, el gobernador electo consideró "oportuno" que el saliente se abstenga de enviar más pliegos a la Legislatura. Y mencionó el caso del ascenso a procurador general de la Corte que promueve Obeid cuando la Legislatura aún no aprobó la ley del Ministerio Público. "El problema es que se está en pleno debate de la reforma (judicial), por lo tanto no se sabe si ese cargo va a estar presente en el futuro. Entonces, nos parece conveniente esperar primero el diagrama de la nueva institución y luego ofrecer los cargos. Manifestamos nuestra preocupación, no por los nombres, sino por el método", dijo Binner.

¿Lo sorprendió el gesto de Obeid de recibirlo en la Casa de Gobierno?

-No, me parece un hecho que habla de la voluntad democrática del gobernador.

-¿Un saludo protocolar?

-Por supuesto, que no es poco.

-¿Habrá más reuniones?

-Todas las que sean necesarias, por parte de él y obviamente de parte mía.

Binner anunció cual sería su primera medida de gobierno. Mucho más terrenal que las campañas y las grandes cuestiones políticas. "Ahora es imprescindible que el próximo ciclo lectivo de 2008 se inicie con todas las escuelas de la provincia en condiciones, que todas tengan baños que funcionen, gas y agua", dijo. Los aplausos de sus seguidores no lo dejaron terminar. "¡Bravo, Hermes!", le gritaron.

03 septiembre, 2007

Binner hizo historia con el 48 % de los sufragios


Una diferencia de diez puntos sobre Bielsa-Galán marcó una distancia que no muchos preveían. La ola socialista arrasó con el justicialismo incluso en bastiones históricos del PJ, como la ciudad de Santa Fe, Villa Gobernador Gálvez y San Lorenzo. "No queremos hacer más de lo mismo", anticipó un mesurado Hermes Binner. (Rosario/12)

Por Guillermo Zysman
Hermes Binner hizo historia. Tras una formidable elección en toda la provincia se convirtió en el primer dirigente socialista en ser electo gobernador en la Argentina. El futuro primer mandatario de Santa Fe, quien al cierre de esta edición con el 85 por ciento de los votos escrutados obtenía más del 48 por ciento de los sufragios, apareció en público recién a las 22.30, quince minutos después de que su rival, Rafael Bielsa, admitiera la derrota. "Es una extraordinaria responsabilidad gobernar la provincia. No queremos hacer más de lo mismo. Queremos reconstruir la sociedad en base a valores profundos: solidaridad, participación y transparencia", señaló el futuro jefe de la Casa Gris, quien pidió al colmado auditorio del Patio de la Madera que preserve el programa de gobierno del Frente Progresista "que será la guía de nuestra gestión durante los próximos cuatro años". Junto a la foto del fundador del Partido Socialista, Guillermo Estévez Boero, y la de Claudio "Pocho" Lepratti, el militante social asesinado por la policía en diciembre del 2001, Binner se comprometió a mejorar "la atención en los hospitales, la educación en las escuelas y el acceso a la vivienda". El actual diputado nacional recibió las felicitaciones personales del presidente Néstor Kirchner, a quien agradeció desde el atril, tendiendo puentes a la Casa Rosada.

Desde temprano los números le sonreían al socialismo. Las tres firmas contratadas -dos nacionales y una local- vaticinaron victorias holgadas en Rosario -donde se concentra el 30 por ciento del padrón-, en bastiones históricos del peronismo -como Villa Gobernador Gálvez y San Lorenzo- y hasta elecciones reñidas en territorios donde los caciques del PJ se imponían en la elección municipal -como en Rafaela-.

El secretario de Gobierno de la municipalidad de Rosario, Juan Carlos Zabalza, y el presidente del Concejo, Miguel Zamarini, fueron los únicos dirigentes de peso que, pasadas las 18, empezaron a derrochar optimismo. Pese a la veda, que impedía difundir datos a boca de urna, los funcionarios socialistas planteaban sin eufemismos "que los números son muy favorables y casi irreversibles".

Sin embargo, Binner estaba recluído en su casa, con sus íntimos. Fresca estaba en la memoria de propios y extraños la elección del 2003 cuando el PS se atribuyó la victoria y, entrada la medianoche, ley de Lemas mediante, el justicialismo se quedó con la Gobernación.

El lento escrutinio oficial no hizo más que extender la euforia de socialistas, radicales, aristas, demócrata progresistas y distintas organizaciones sociales. "Borombombón, borombombón, es Hermes Binner gobernador", gritaba la multitud en la cálida noche rosarina.

Pasaban los minutos. El escrutinio avanzaba poco. Aparecieron las primeras señalas: el Presidente se había comunicado con Binner para felicitarlo e incluso el goberndaor Jorge Obeid había hecho lo propio desde la capital provincial.

Si faltaba una señal, esa apareció a las 22.15. Cuando Rafael Bielsa reconoció la derrota, la explosión fue total. Decenas de militantes estallaron en lágrimas. Abrazos interminables, sonrisas, celulares que intentaban captar el momento histórico y delirio generalizado.

Binner se hizo esperar. Una maraña de cámaras y flashes lo aguardaba. El escenario estaba repleto de dirigentes. Con su andar mesurado subió las escaleras y saludó como gobernador electo. Lo hizo portando un porta retrato con la foto de Estévez Boero.

Primero habló el intendente Miguel Lifschitz, el otro gran protagonista de la jornada, quien obtuvo el porcentaje más alto de la historia de la ciudad para la intendencia y, al no haberse registrado corte de boleta, le permitió a Binner sacar una ventaja indescontable en Rosario, para el total provincial, más allá de la buena performance del PS en el interior. Mesurado, Binner se dirigió a cada una de las fuerzas que se sumaron a su propuesta. Les habló a los radicales de Alem e Irigoyen, a los seguidores del PDP y de Lisandro de la Torre, a los militantes del ARI y hasta los peronistas. "Le habló a todo el pueblo de Santa Fe, a los trabajadores, a los niños que no eligieron en qué cuna nacer, a los adultos mayores que esperan el reconocimiento por todo lo que han hecho en la vida, a todos los que sueñan con una Santa Fe mejor", enumeró.

Luego repitió sus consignas de campaña. "Vamos a trabajar por una mejor educación en las escuelas, mejor atención en los hospitales y más acceso a la vivienda", prometió para después aseverar que su intención era reconstruir la provincia en base "a valores como la solidaridad, la participación y la transparencia".

Tras halagar la figura de Pocho Lepratti, pidió al millar d personas presente en el Patio de la Madera que conserve el programa del Frente "que será nuestra guía a partir del 10 de diciembre y los próximos 4 años".

Mencionó la salutación de Obeid y la de Kirchner. Se escucharon silbidos. "Perdón, no comparto la silbatina", aclaró en tono de estadista, tendiendo puentes hacia la oposición justicialista y la Casa Rosada.

Terminado su discurso se quedó en el escenario repartiendo abrazos y besos. Emocionado se fue a festejar con sus íntimos. Desde el 10 de diciembre será el primer gobernador socialista del país.

Un socialista en el sillón de la Casa Gris


Hermes Binner ganó por amplio margen. Sacó 200 mil votos más que en las internas. El frente que lideró arrasó en Rosario y triunfó en bastiones históricos del peronismo. (La Capital)

Walter Palena / La Capital

Hermes Binner rompió la hegemonía peronista y se consagró gobernador de Santa Fe con un margen amplio de votos. El diputado socialista tuvo que esperar cuatro años para festejar un triunfo que aquella vez se le escapó por imperio de la ley de lemas, que desde 1991 ofició como un blindaje para el PJ.

De nada sirvió para Rafael Bielsa el apoyo explícito que le brindaron el presidente Néstor Kirchner y su esposa, Cristina Fernández, quienes aterrizaron en la provincia cinco veces para apuntalar su candidatura. Bielsa, en su aparición para reconocer la derrota, se adjudicó toda la responsabilidad, pero Kirchner no sale indemne.

Esta campaña que desembocó en el triunfo de Binner demostró que los ciudadanos se mueven de manera autónoma y no se dejan influenciar por las figuras nacionales, como si fueran profetas que bajan de la montaña a repartir bendiciones. El nombre de Kirchner se suma a la lista de perdedores en la provincia, que incluye desde el gobernador Jorge Obeid hasta el senador Carlos Reutemann.

Proyección. Desde hoy, Binner será presentado como un político de proyección nacional por cierta prensa porteña, ansiosa por mostrar la contracara del proyecto kirchnerista. Pero a no engañarse: Binner va a seguir con su perfil moderado y privilegiará la gobernabilidad antes que sumarse al coro anatematizador contra el presidente. Por derecha y por izquierda, el diputado socialista oficiará de comodín para que los exégetas acomoden sus discursos.

Sin embargo, Binner deberá tapar sus oídos a los cantos de sirenas y concentrarse en armar un buen equipo de funcionarios y prepararse para administrar la provincia. La experiencia de la Alianza tendrá que operar en su cabeza como lo que nunca hay que hacer para que prospere una experiencia de gobierno.

La comparación y la alarma no son ociosas. Si bien el Frente Progresista tiene como matriz al socialismo (quizás la única fuerza con estructura de partido político), la coalición está integrada por radicales, el ARI y sus variantes, la democracia progresista, el PI y hasta el Partido Comunista. Todas estas vertientes necesitarán una fuerza madre, precisamente para que no se desmadre.

Los análisis preelectorales anticipaban que el Frente Progresista cimentaría su triunfo desde la ciudad de Rosario. Todo eso quedó en papel mojado. Fue abrumadora la diferencia en este enclave, pero también ganó en lugares que los propios socialistas no imaginaban, como Villa Gobernador Gálvez o San Lorenzo, bastiones históricos del peronismo.

La política es el arte de lo posible, y también se traslada a lo imprevisible en la rama de la aritmética. Las elecciones primarias del 1º de julio hacían presuponer que el peronismo daría dura batalla en el interior provincial a favor de Bielsa. Eso también se derrumbó. En ciudades y departamentos donde el peronismo sacó amplia ventaja en las internas, esta vez el ex canciller perdió o hizo una elección pareja.

Un ejemplo paradigmático fue General López, donde el peronismo aventajó ampliamente al Frente Progresista en las primarias, pero esta vez la diferencia fue escasa. Lo mismo sucedió en otros departamentos, y es allí donde se explican los más de 800 mil votos que sacó Binner.

Un simple análisis indica que el corte de boleta fue tremendo para el candidato kirchnerista. La mayoría de los referentes locales mantuvo sus cargos, pero Bielsa vio menguado considerablemente su caudal de votos en esos distritos. La tijera hizo su implacable trabajo.

Otra de las claves fue la merma del voto en blanco, que en las primarias habían sido 280 mil y ahora bajaron a 140 mil, lo que hace suponer que buena parte de esa diferencia mudó hacia Binner.

También bajó el nivel de ausentismo, que en las primarias fue del 30 por ciento y esta vez fue del 20. Esos diez puntos pudieron haber tributado a favor del candidato socialista.

La UCR, que postuló a Alicia Tate, sacó unos 10 mil votos menos que en las primarias. Esa cifra pasó a engrosar el caudal de Binner, teniendo en cuenta el factor antiperonista que prima en el votante radical, quien privilegió el desalojo del PJ en el poder a reafirmar la identidad partidaria, como pedían a gritos sus candidatos.

El PJ apenas logró sumar 50 mil votos más que en las primarias, mientras que Binner la amplió a más de 200 mil. Un dato contundente que a partir de hoy disparará dentro del PJ reproches mutuos e incontables pases de facturas.