Binner: "Me gustaría enfrentar a Reutemann en el 2007"

El ex intendente volvió a fustigar a Obeid por las "obras virtuales" y embistió contra el gobierno de Kirchner. (Diario La Capital)
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Carlos Walter Barbarich / La Capital

"Me gustaría que el rival en las elecciones del año próximo sea Carlos Reutemann", aseguró el diputado nacional socialista Hermes Binner, de paso por Venado Tuerto y en el marco de una minirrecorrida del sur santafesino.

Pero el ex intendente de Rosario también insistió en que el gobierno de Jorge Obeid "es de obras virtuales y las pruebas son la cantidad que fueron inauguradas, pagadas y nunca hechas".

Además, Binner afirmó que el Frente Progresista no tiene candidatos a nivel nacional para la presidencia y que el gobierno de Néstor Kirchner lidera una gestión "hiperpresidencialista".

En ese sentido, el aspirante a la Gobernación se quejó del reparto de "la torta nacional", porque "quince años atrás a las provincias les daban el 45 pro ciento y hoy apenas el 30".

-El diputado nacional Rafael Bielsa dijo que usted iba primero en las encuestas porque no competía con nadie, pero que el PJ, una vez en marcha, triunfaría en las elecciones. ¿Qué piensa?

-En lo primero, coincido, pero disiento con lo segundo. Los santafesinos están reclamando una renovación democrática en la provincia. Pensamos que tenemos que evaluarnos por nuestras fuerzas y no por las fuerzas o debilidades del justicialismo. En ese sentido, creemos que los ciudadanos piden un cambio, y estamos trabajando en ello.

-¿Qué opina del ex ministro de Economía Roberto Lavagna, quien dijo que usted tendría que ganar en Santa Fe?

-Lavagna se hizo cargo de la economía en una etapa muy difícil del país y sus realizaciones ya las conocemos. De todos modos, no estamos con alguna propuesta nacional porque la nuestra es provincial. Habrá personas que voten a Kirchner, otros a Elisa Carrió, y estarán los que elijan a Lavagna. Pero no apoyamos a ningún candidato nacional.

-Usted y Reutemann son los que mejor aparecen en las encuestas. ¿Cree que el Lole finalmente se presentará?

-Ojalá que se presente. Hay una demanda por él de parte de mucha gente. De todos modos, no nos preocupa eso sino nuestra propuesta. Es un rival al que me gustaría enfrentar en el 2007 porque tiene un valor importante en los ciudadanos. Si se presentara podríamos debatir con Reutemann el funcionamiento de la provincia.

-¿Cómo es actualmente su relación con Obeid?

-Ahora un poco alejada porque él está en Rusia (risas). Con Obeid tenemos muy buen diálogo y nos respetamos siempre, pero no coincido en las políticas que lleva adelante. Hay un gran vacío de política en la provincia.

-¿Sigue pensando que es un gobierno de obras virtuales?

-Por supuesto que sí. Además, están siendo parte de la investigación de la Justicia las obras virtuales del gobierno de Obeid. Hay una denuncia a nivel nacional ante la Auditoría General y son más de cincuenta obras que no se pueden demostrar. No están hechas. Sí inauguradas, cobradas, pero no están realizadas. De todos modos, para eso está la Justicia... (risas). Probablemente no pase nada, como es de costumbre.

-¿Coincide con el planteo de la UCR en cuanto a que el presidente está coptando a dirigentes de otros partidos?

-Creo que hay un desarrollo peligroso del hiperpresidencialismo que avanzó sobre las limitaciones que se les puso a los jefes del Estado con la reforma constitucional de 1994. La modificación del Consejo de la Magistratura es un avance sobre el Poder Judicial, al igual que la ley de los superpoderes, que arremete contra el Legislativo. Estamos en presencia de un crudo hiperpresidencialismo que no se condice con un gobierno que debiera profundizar su democracia. Además, hay un crecimiento del centralismo y el unitarismo en el país. Hace quince años se distribuía el 45 por ciento de la torta nacional entre las provincias, mientras que hoy sólo se reparte el 30. Todo lo que se tendría que discutir, y se discute en verdad en las Cámaras, pero a través de los superpoderes, no sirve para nada porque hay una discrecionalidad de parte del gobierno a la hora del reparto. Esta es una democracia anémica.