11 enero, 2007

El fin de la "siesta colonial"


La política santafesina definitivamente está cambiando. En el mes de septiembre, tras doce años en los que imperó el distorsivo sistema de los lemas y sublemas, los ciudadanos de toda la provincia podrán elegir no solamente un nuevo gobernador, sino también y lo que es más importante, un proyecto de gestión. (Editorial del Diario Castellanos)
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Cualquiera sea el resultado del acto comicial, está claro que a partir de diciembre de 2007 es muy probable que en Santa Fe se inicie una nueva etapa institucional que dejará atrás un período controvertido, en donde sin perder objetividad puede decirse que primó antes que nada la resistencia a los cambios.

La provincia necesita desde hace años y de manera imperiosa, una modernización institucional que garantice el crecimiento armónico y equitativo de las regiones que la integran.

A lo largo de las últimas décadas el centralismo capitalino no hizo más que obturar lo que naturalmente se fue dando en cada rincón de la geografía provincial, pero como era previsible, la realidad terminó por imponerse por sí sola y hoy la burocracia centralista ya no puede ignorar a centros de desarrollo como el nuestro o el de Rosario.

La impostergable descentralización del estado provincial no traerá más que beneficios para las comunidades del interior e incluso terminará beneficiando a la ciudad capital, dado que la empujará a redefinir su perfil adoptando una fisonomía productiva.

Los desafíos que deberemos asumir los santafesinos no son pocos. A la modernización del estado deberá seguirle la distribución equitativa de los fondos públicos y especialmente la coparticipación de los ingresos millonarios que hoy percibe la administración nacional y reparte de manera tan arbitraria como poco transparente.

Es cierto que hay problemas de resolución dificultosa pero también lo es que la propia sociedad santafesina, a pesar de las resistencias de una elite incrustada en la burocracia estatal, ha logrado abrirse paso para llegar al lugar en el que hoy nos encontramos.

Después de muchos años de estancamiento los santafesinos nos disponemos a concurrir a las urnas con la esperanza del cambio. Más allá del resultado de los comicios, está claro que esta vez podremos dejar definitivamente atrás lo que el historiador Tulio Halperin Donghi definió al referirse a una etapa regresiva de la historia del país como la "siesta colonial".


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