07 diciembre, 2005

El Sí juro de los santafesinos (La Capital)


El recambio. El ex edil y el ex intendente presiden sus respectivos bloques
Rossi y Binner debutaron en el Congreso y dejaron en claro que tienen peso propio
El justicialista alineó su tropa sin problemas. El socialista está entusiasmado con llevar la voz cantante de su sector.

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Agustín Rossi sorteó sin problemas su debut al comando de la nave oficialista. Cuando algunos desplegaban un manto de dudas, el ex concejal rosarino alineó la tropa propia en el caso Luis Patti, que sumada a la mayor parte de la oposición, produjo una abrumadora votación negándole la posibilidad de asumir la banca al ex policía acusado de violar derechos humanos.

Aunque la cuestión del ex comisario Patti se estudiará en la comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento, todo indica que será destituido por una mayoría especial (dos tercios de los votos) en el próximo período ordinario, cuando esté listo el o los dictámenes correspondientes.

En la otra gran discusión del día, el caso Borocotó (diputado electo Eduardo Lorenzo), Rossi no la tuvo tan fácil. Al oficialismo lo terminó salvando un socio impensado: el ARI, que con sus trece votos -argumentó contra Borocotó, pero votó por aceptarle el juramento-, sumados a los 113 del Frente para la Victoria (FV), logró 126, contra 106 que consiguió la posición impulsada por el partido de Macri, la Unión Cívica Radical y el Partido Socialista (PS), entre otros. El aporte del ARI impidió que el oficialismo perdiera la votación y que Borocotó sea impedido de asumir, como lo fue Patti.


Marcado de cerca
Por su parte, se lo vio muy entusiasmado con su nueva función a Hermes Binner, la voz cantante del PS en el Congreso. Seguido muy de cerca por su esposa, finalizada la sesión, el ex intendente de Rosario habló con La Capital y se lamentó de que el oficialismo no haya "dado una señal muy importante que necesita la sociedad: recuperar la credibilidad en los políticos". Se refería al caso Borocotó, que ya dividió al PS y al FV en el Congreso. La tan mentada afinidad socialista-kirchnerista no parece, al menos por ahora, adquirir un formato definitivo.

A propósito, en su nueva oficina del tercer piso del Palacio de las Leyes, donde se lee "Jefatura del bloque", el Chivo Rossi dijo sobre la proximidad con el PS de Santa Fe: "No hay ningún acercamiento, veremos cómo votan los temas de la sesión del 14 (entre otros, el crucial presupuesto 2006).

Luego intentó explicar el porqué de la negativa a impedir el juramente de Borocotó: "No se puede impedir la jura de un diputado sólo porque se haya cambiado de partido; no es un argumento jurídico, es político, es moral, pero no alcanza. De lo contrario -siguió-, el día de mañana cualquiera junta una mayoría y se impide la asunción de otro diputado porque no le guste la cara", disparó con su típico estilo en altavoz.

La maniobra presidencial de cooptar y propagandizar el traspaso político del mediático pediatra Borocotó resultó una jugada política de nula productividad para el oficialismo. ¿Hubiera sido imaginable que más de un centenar de diputados del Frente para la Victoria condenaran ayer a Borocotó después de que el presidente lo recibiera en su despacho y le haya dado un sentido celebratorio al acto?, imposible.

De todos modos, ayer resultó algo bochornoso ver y oír el momento en que Borocotó dio su juramento, en medio de una cerrada silbatina y abucheos generalizados. Políticamente, Borocotó llega a la Cámara en las peores condiciones.

Con las excepciones de Carlos Parola -adelantó que renunciará a su banca y sería sustituido por Ariel Dalla Fontana (ver aparte)- y Pedro Morini (en disputa por la Intendencia de San Guillermo), ayer juraron como diputados santafesinos: Ana Barraute (FV) -lo hizo "por la Constitución"-; Pablo Zancada (independiente, en el bloque del PS), "por Dios, la patria y estos santos Evangelios"; Agustín Rossi (FV) y Hugo Storero (UCR) lo hicieron "por Dios y la patria". En tanto, Silvia Augsburger (PS), Hermes Binner (PS) y Juan Sylvestre Begnis (FV) juraron por "la patria".

Con los nuevos legisladores en sus bancas, ayer se supo que la expectativa del Partido Socialista con su nueva configuración en la Cámara será la de mantener los cargos que sustentaban sus diputados hasta ahora.

Eduardo Di Pollina ya se reunió con Agustín Rossi -hombre clave en este armado- y le presentó las inquietudes principales: mantener la presidencia de la comisión de Población -que iría a manos de Silvia Augsburger- y la presencia de Hermes Binner en Mercosur, Presupuesto y Asuntos Municipales. Los socialistas se quedaron a la espera de respuesta.

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