23 enero, 2006

"Rosario no debe comprar acciones"

El diputado nacional Hermes Binner opinó que la creación de Aguas Santafesinas Sociedad Anónima "no solucionará el problema" del servicio. Además aseguró que "Hammerly y el Enress no son confiables", y que le diría a Lifschitz que no participe en la nueva empresa. - Rosario/12

Hermes Binner pasa unos días de vacaciones en Villa Gessell pero no se "desconecta" del todo, más aún si los temas son "locales y provinciales". En ese contexto la creación de Aguas Santafesinas Sociedad Anónima -que retomará el control del servicio de cloacas y agua potable- "no solucionará el problema" en opinión del ex-intendente de Rosario. Para el diputado socialista "el contrato de concesión fue una gran estafa" y aseguró que "Hammerly y el Enress no son confiables". También que "lo más probable es que además se pierda un juicio millonario en el Ciadi". Binner afirmó que le recomendaría al intendente Miguel Lifschitz que "no compre acciones, porque pagar de nuevo sería la segunda gran estafa", y le pide gobernador Jorge Obeid "que se ponga al frente del problema" y que "termine con la improvisación".
-Se ha creado la Sociedad Anónima Aguas Santafesinas, que va a tomar el servicio probablemente contratando un operador privado.
-Todo lo que ha pasado entorno al servicio de agua y cloacas es una gran improvisación. Y lo peor que es que se trata de un elemento vital, la humanidad vivió siglos sin gas, luz ni teléfono, pero no se puede vivir sin agua. Y el gobierno trata el tema como si fuera una cosa menor, con gran displicencia e improvisación.
-Pero, ¿había margen para otra cosa, teniendo en cuenta el contrato que nunca se renegoció?
-Estuvo la primera gran estafa. Cuando Carlos Reutemann privatizó la Dipos -un par de dias antes de terminar su primer mandato- firmaron cualquier cosa. Tanto el gobierno como la empresa sabían que era de imposible cumplimiento, y para cubrirse crearon el Ente Regulador (Enress) y nombraron gente sin conocimientos técnicos y que políticamente le respondieran al gobierno.
-Si era tan evidente, ¿cómo se llegó a esta situación? Pasaron diez años
-Fue denunciado por nosotros en aquel entonces y desde el primer día la relación con Aguas de Santa Fe estuvo signada por ese contrato que de antemano se sabía incumplible. Nadie seriamente podía creer en el reemplazo total de los pluviocloacales, o en la construcción y montaje de la planta depuradora para un millón de habitantes. Sin embargo, la empresa firmó que lo haría y los resultados están a la vista. Ahora ni el ente -que conserva la misma estructura de digitación política- ni el Ministro Alberto Hammerly -que era el Presidente de la Cámara de Diputados cuando se entrego el servicio- pueden ser confiables. Lo menos que puede hacer el gobernador es ponerse al frente del problema y garantizarle a los rosarinos y a los habitantes de los otros municipios un servicio eficiente.
-En poco tiempo más saldrá a la venta el 39% del paquete accionario a los municipios, ya que la provincia retendrá el 51% y respetará el 10% de la propiedad participada de los trabajadores.
-Eso es otra barbaridad, pretender que los municipios pongan plata. Rosario -más que ningún otro- es acreedor de la provincia, cuando se transfirió el servicio y se creo la Dipos hubo una gran transferencia de activos. La provincia le debe a los municipios y en el caso de Rosario eso se incrementó durante la etapa de la concesión, algunos funcionarios del Grupo Suez reconocieron que con los aportes de Rosario se hicieron obras en otros municipios que podrían haberlas pagado.
-¿Usted qué haría?
-Para empezar dejaría de pretender transformar un fracaso en una proeza. Aguas vuelve al Estado por una concesión desastrosa, y hasta último momento se trató de encontrar un privado que se hiciera cargo. Como no se levantó la demanda en el Ciadi (tribunal arbitral) no hubo otra alternativa que la disolución de la sociedad privada. Hay que dejar de improvisar, consultar a los que saben, seguramente entre los trabajadores hay gente capacitada para opinar y no han sido tenidos en cuenta. Tampoco se ha valorado la experiencia de las 150 cooperativas de agua que hay en la provincia, ni estudiado experiencias en otros países. Y lo que es peor, se pretende retornar al Estado sin darle participación a la comunidad. No hay ni la menor integración de la ciudadanía, ni de ONGs, ni nadie que tenga conocimientos específicos.
-Trascendieron los nombres de los futuros integrantes del directorio que encabezará Juan Venesia.
-Yo no tengo nada que decir de él. Sí que hay que conocer del tema, cómo se potabiliza el agua, qué obras hay que hacer, ni siquiera hay un grupo electrógeno que garantice el bombeo cuando se corta la energía, como ocurrió sobre fin de año, justo el día que hubo 40 grados y miles de rosarinos pasaron más de medio día sin luz ni agua.
-Se creó además una "comisión de seguimiento de la transición" que integran funcionarios del gobierno, entre ellos algunos ministros.
-Sí, lo vi. Entre otros está Alberto Joaquín, a quien ya conocemos por su paso por la EPE. Suficiente como para sacar conclusiones.
-Si el gobierno lo convoca a usted y otros dirigentes de la oposición para una ronda de consultas, ¿qué propondría?
-No creo que lo hagan después de haber tomado ya las decisiones, aunque si el que convoca fuera Roberto Rosúa estaríamos otra vez frente a una "consulta virtual". Como siempre después no pasa nada.
-Si el intendente Lifschitz le pide opinión acerca de comprar o no acciones de Aguas Santafesinas, ¿qué le diría?
-Que no compre acciones porque hay un contrato incumplido. Se nos hizo el cuento a los rosarinos que teníamos cloacas que con lo que pagarían le construirían cloacas a los que no tenían y nunca cumplieron. ¿Pagar otra vez? Esa sería la segunda gran estafa.
-¿Cómo cree que sigue esta historia?
-Por lo que se ve; en la misma improvisación que reina desde hace más de un año cuando la empresa anunció que se retiraría. Realmente no creo que se solucione el problema, y lo que es peor vamos rumbo a perder otro juicio millonario que vamos a pagar entre todos los santafesinos. Estos juicios en el Ciadi casi siempre se pierden. Lo que hay que preguntarse es por qué Suez es eficiente en otros lados y no aquí.
-El gobierno nacional también está teniendo problemas con el grupo, no es sólo Santa Fe.
-Insisto: ¿por qué acá? Porque a la hora de las privatizaciones se firmó cualquier cosa -que ambas partes sabían que era imposible que se cumplieran- y se "armaron" lo que debían ser organismos de control casi siempre con amigos o incapaces.
-En el gobierno se toma este proceso como una suerte de recuperación del patrimonio, algo así como "no hay mal que por bien no venga".
-Suena lindo pero no se solucionará el problema. Vamos a seguir penando porque el gobierno continúa improvisando y de ese modo la mayoría de las veces las cosas salen mal.

Pablo Feldmann




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