09 septiembre, 2007
“El gobernador fue poco ético al mandar los pliegos a la Legislatura”
La transición. El mandatario electo, Hermes Binner, insiste en la necesidad de reformar la Constitución. El socialista le recriminó a Obeid el haber propuesto nombres para la Corte y la Procuración. (La Capital)
Mauricio Maronna / La Capital
Hermes Binner no cambió un ápice su estilo ni sus modos de campaña. Prudente hasta el extremo, el gobernador electo no se cansa de agradecer a los santafesinos que lo votaron e insiste en trasladar a la provincia un modelo de participación y transparencia.
En una entrevista con La Capital, Binner no se priva de calificar como “poco ético” el envío de Jorge Obeid de los pliegos para ocupar la Procuración y un lugar en la Corte Suprema de la provincia.
—Después de unos días de descanso, ¿cómo evalúa este triunfo histórico?
—Con un gran agradecimiento a todos los santafesinos, particularmente a los rosarinos y a la gente de la región. Se reconoció la gestión de (Miguel) Lifschitz y de las anteriores. La gente buscaba referenciarse en las obras. A veces caminábamos por la ciudad con Miguel y nos decíamos: “¿Sabrá la gente que el Monumento al Pozo lo hicimos nosotros o que la avenida de la Costa, el Centro de Distrito Sur?”. Y la gente lo recordó.
—Sorprende aún más lo sucedido fuera de Rosario. Tuvo una respuesta muy favorable en las dos puntas de la bota.
—Teníamos alguna prevención a la hora de referenciarnos exclusivamente en Rosario, uno tiene temor a la sobreactuación publicitaria. Sin embargo, era la propia gente la que nos decía “ojalá que en la provincia se pueda hacer lo que se hizo en Rosario”. Estos relatos se repetían con frecuencia; tuvo mucho que ver a la hora del voto. En general no poníamos como eje Rosario, aunque alguna vez pusimos en la página web “queremos hacer de Santa Fe lo que hacemos en Rosario”, después nos pareció inoportuno plantearlo en estos términos. Fue la propia gente la que se referenciaba. “Ojalá tuviésemos una Isla de los Inventos”, nos decían, cosas así.
—¿La idea es trasladar ese modelo a la ciudad de Santa Fe, que aparece como muy deprimida?
—Trasladar una política de solidaridad, participación y transparencia. Después están los actores locales y el grado de decisión que tenga la comunidad de cada lugar.
—¿Se abrió la democracia argentina para los partidos minoritarios?
—Con perfiles diferentes, ganaron el mismo día Fabiana Ríos y Mauricio Macri. Con perfiles diferentes pero con un mensaje claro de la sociedad: solucionar los problemas concretos. Y eso es lo que inclina la decisión popular. La gente no quiere ver a políticos que tienen el trofeo como único objetivo. Después de la crisis del 2001, que fue una bisagra, la sociedad vuelve a creer en las instituciones y en las propuestas. Hoy todos los partidos políticos están desarticulados, por eso es necesario que se fortalezcan o se creen agrupaciones nuevas. El sistema en Argentina se basa en la existencia de los partidos políticos.
—¿La tranquilidad relativa que existe hoy, comparado a lo de 2001, hace que la gente se anime a darles el voto a partidos no tradicionales?
—Lo llamativo es que en medio de una bonanza económica la gente decidió cambiar. Esto es un hecho que contradice al asesor de (Bill) Clinton, cuando decía: “Es la economía, estúpido”.
—Cuando ve lo que ocurre en Córdoba y recuerda lo sucedido en Santa Fe hace algunos años, ¿a qué conclusión arriba?”
—En ese momento fue Reutemann quién paró e impidió el fraude. Evidentemente el gobernador de Córdoba no tuvo el mismo interés que Lole. El resultado de las elecciones en Córdoba hace que el gobernador nazca debilitado. Hoy más que nunca hay que aferrarse a las instituciones.
—¿Va a tomar decisiones de fondo apenas asuma?
—Tenemos la Constitución más antigua del país, siendo que fuimos pioneros. Hay que pensar en la reforma como un hecho necesario. La actual ha quedado atrasada.
—¿El hecho de que el PJ tenga mayoría en la Legislatura, y teniendo en cuenta que para declarar la necesidad de la reforma hace falta una mayoría especial, lo obliga a negociar fuertemente?
—Todo es motivo de diálogo, es lo bueno que tiene el ejercicio de la democracia.
—¿Recogió muchos votos peronistas?
—Sí, muchísimos. Me lo dice todos los días la gente en la calle. “Yo soy peronista pero esta vez lo voté a usted”, me confiesan. Ahora nos vamos a manejar como siempre lo hicimos. En Rosario tuvimos minoría en el Concejo, pero ninguna ordenanza que significaba el crecimiento de la ciudad fue trabada. Esto es la República, y por eso queremos una Justicia independiente.
—¿Cuál es su opinión sobre los pliegos enviados para la Corte y para la Procuración?
—No hago valoración sobre los nombres, sí sobre el procedimiento. El gobernador incurrió en un apresuramiento y es un acto poco ético. Nosotros estuvimos el lunes a la mañana con él y le planteamos el tema. “El pliego ya lo envié”, me dijo Obeid. “Puede retirarlo”, le contesté. Después vemos que ingresó a la Legislatura posteriormente a esa reunión. Es preocupante porque se está debatiendo el Código Procesal Penal y no sabemos qué función tendrá. Con la Corte, tenemos que hacer lo mismo que hizo el presidente Kirchner: mediante un decreto limitó sus facultades. Y el resultado fue excelente, hay una Corte confiable. Entonces, si para defendernos tenemos que nombrar amigos, y después de las elecciones, se trata de una situación poco ética.
—Volvió a ganar la pulseada con Kirchner respecto a la influencia presidencial en Santa Fe.
—En buena hora que vengan y hagan anuncios, pero de allí a cambiar el sentido del voto popular... No cambia el trabajo que se hace durante años. Esto es así.
—Incluso Cristina Fernández estuvo en Reconquista y Avellaneda, y el peronismo perdió.
—Lo que genera confianza es otra cosa. Se demostró en el 2005 y ahora. Cuando estuve en Rufino junto al presidente comprobé que son actos de porte nacional. La población de Rufino lo miraba desde afuera, lo que pasaba en la carpa que se había montado pasaba por lo nacional.
—¿Ya tiene nombres definidos para el gabinete?
—No, lo vamos a charlar. Tenemos lo más importante: el programa y los equipos.
—¿Ningún nombre tiene definido?
—No hay nada, primero tenemos que charlarlo con los socios.
—¿Habrá algún justicialista en su gabinete?
—En la elaboración del programa intervinieron muchos justicialistas. Claro que puede haber peronistas.
—Ahora que se consumó la alianza entre Elisa Carrió y el PS, ¿decidió el apoyo a Lilita?
—Nosotros vamos a apoyar al Frente Progresista en Santa Fe, tenemos una carga encima de 865 mil votos. Es pesado como para distraernos. En el Frente hay peronistas que votarán a Cristina, radicales que lo harán por Lavagna, otros que sufragarán por Carrió... Tenemos que ser respetuosos de esas voluntades para consolidar al Frente Progresista como una herramienta que sirva para gobernar y no que a las 6 de la tarde del domingo cada uno se vaya a su casa con el pedazo de la torta que pudo lograr en la pelea. La construcción de todo esto recién comienza, no debemos tener el vuelo corto de la perdiz.
—¿Es un error decir que usted va a votar por Carrió?
—Me extraña.... El voto es secreto.
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