El diputado nacional del Partido Socialista (PS) Hermes Binner presentó un Proyecto de Resolución, a través del cual le solicita al Poder Ejecutivo Nacional que informe una serie de puntos que hacen a la "difícil situación" que se planteó con la suspensión de las exportaciones de carne por el término de 180 días; mientras que aseguró que en la Argentina es necesario implementar "un plan ganadero sustentable".
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En este sentido, a través del mencionado proyecto, el diputado Hermes Binner pidió que el Ejecutivo informe cuál es la relevancia que el Gobierno le adjudica a la demanda externa, a los precios internacionales, a la oferta interna de ganado y a los márgenes de rentabilidad de otros actores; para explicar los aumentos de precios de los últimos meses.
El diputado nacional del Partido Socialista (PS) Hermes Binner presentó un Proyecto de Resolución, a través del cual le solicita al Poder Ejecutivo Nacional que informe una serie de puntos que hacen a la "difícil situación" que se planteó con la suspensión de las exportaciones de carne por el término de 180 días; mientras que aseguró que en la Argentina es necesario implementar "un plan ganadero sustentable".
En este sentido, a través del mencionado proyecto, el diputado Hermes Binner pidió que el Ejecutivo informe cuál es la relevancia que el Gobierno le adjudica a la demanda externa, a los precios internacionales, a la oferta interna de ganado y a los márgenes de rentabilidad de otros actores; para explicar los aumentos de precios de los últimos meses.
Además, el legislador solicitó que se brinde información sobre cuáles son los factores que explicarían los incrementos de precios de los últimos días que justifican la prohibición de las exportaciones, y si no existían otras alternativas para regular los precios "de una forma más eficiente que la prohibición de exportar carne".
En tanto, Binner manifestó que "para que la producción crezca a tasas más elevadas, es preciso un plan ganadero que rompa la restricción del stock de bovinos. Es de perogrullo afirmar que las posibilidades de éxito de un plan ganadero son mayores cuando las tendencias en los mercados son favorables, y que esas posibilidades disminuyen en situaciones de conflicto".
A su vez, según un comunicado de prensa que llegó a la redacción de CASTELLANOS, el proyecto además contempla que se informe sobre cuánto deberían bajar los precios y en qué plazos para flexibilizar la prohibición de exportar; cuál es el costo para el erario público y para los sectores de la cadena de valor como resultado de la suspensión de exportaciones.
El presidente del bloque socialista se planteó también "cómo piensa el Gobierno armonizar su política antiinflacionaria de coyuntura con una política ganadera y cuándo comenzará a gestar esta última para aumentar las existencia de ganado bovino y estabilizar los precios en el largo plazo".
Los precios y las presiones
Según el diputado Hermes Binner desde el inicio hasta el final de la cadena de valor de la carne, hay argumentos que presionaron sobre los precios al consumidor. Los analistas reconocen el efecto de factores externos: la aftosa en Brasil, la gripe aviar en Europa y la aparición de Rusia como un fuerte comprador en el mercado de este producto.
Frente a esto, para el legislador, sin desconocer la importancia de estos reconocimientos, los precios actuales elevados en el mercado de la carne están sobredeterminados por el dólar alto (a pesar de las retenciones) que hace muy rentable las exportaciones, un stock ganadero que no creció lo suficiente para responder a la situación actual, la ausencia de un plan ganadero, las decisiones administrativas que no conforman una política e interfieren en el ciclo biológico y económico de la ganadería, y por acciones políticas que agudizan los conflictos de intereses en vez de atenuarlos.
"La presente situación es insostenible para todos los actores, incluido el Gobierno, por el impacto en las cuentas públicas (menores ingresos por retenciones, mayores costos financieros y políticos por el desempleo). Está en el interés de todos una pronta solución a este conflicto, incluso para las familias argentinas. Para éstas, la presencia de la carne en la mesa familiar depende tanto de una política de ingresos como de los precios en el mostrador", advirtió el diputado nacional socialista Binner.
Un poco de historia
El 8 de marzo, el Gobierno suspendió las exportaciones de carne por 180 días. La medida fue tomada como reacción a una escalada de precios por kilo vivo que se verificó en las seis jornadas inmediatamente anteriores en el Mercado de Liniers. La variación acumulada en seis días fue de 17,4 y 19,3 por ciento para el kilo vivo de novillo y novillito, respectivamente.
Lo sucedido se inscribió en la cresta de tendencias de largo y corto plazo en los mercados; también intervinieron factores externos imprevistos que, a menudo, desacomodan las predicciones de analistas y las regulaciones de funcionarios sobre cantidades y precios.
Desde hace algún tiempo, el Gobierno viene procurando un acuerdo de precios en el sector de la carne para evitar las incidencias de este producto en la tasa de inflación. A fines de enero 2006, el Ejecutivo convocó a las entidades de ganados y carnes para firmar un acuerdo que estabilizase el precio de la media res en 4,40 pesos.
Dos entidades rurales (SRA y CRA) y tres entidades de consignatarios de hacienda firmaron el documento, pero luego solicitaron tachar sus consentimientos aduciendo que el Gobierno faltó al compromiso de reducir las retenciones desde el 15 al 5 por ciento en simultaneidad con las firmas.
"El gesto de no acordar de ganaderos y consignatarios profundizó el conflicto. A partir de ese momento ninguna iniciativa de sentar a la mesa al Gobierno y a todos los actores de la cadena de valor volvió a intentarse. Por el contrario, escaramuzas mediáticas jalonaron las contradicciones hasta culminar en el desenlace de las prohibiciones para exportar carne", manifestó el diputado Binner.
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